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El padre de Mari Luz: "Buscaré a mi hija hasta el otro lado del mundo"

2.000 personas participan en otro acto por la desaparición de la niña

Los padres de Mari Luz Cortés, la niña de cinco años desaparecida en Huelva hace ocho días, recibieron ayer el apoyo de unas 2.000 personas en un acto organizado por las iglesias evangélicas de Huelva. Durante una hora aproximadamente, se rezaron oraciones y se cantaron himnos en recuerdo de la pequeña y para pedir que aparezca lo antes posible. Juan José Cortés, el padre de la niña, se armó de fuerzas para hablar a los asistentes, acompañado por su mujer, Irene Suárez, muy afectada. Y es que ayer se cumplía una semana desde que se le perdió el rastro a Mari Luz cuando volvía de comprar una bolsa de patatas de un quiosco situado a unos 100 metros de su casa, en la humilde barriada de El Torrejón.

En un discurso lleno de referencias a su fe cristiana, Juan José, que es pastor evangélico, aseguró que no cejará en su empeño por encontrar a su hija. "La buscaré hasta el otro lado del mundo", gritó al público, que le escuchaba portando carteles con el rostro de Mari Luz.

Las emotivas palabras de Juan José estuvieron llenas de fuerza. A pesar de los difíciles momentos, el padre dijo que su familia se mantiene entera. "Mi hija está aquí con nosotros y ella es la que nos transmite ánimos. Porque sé que está clamando, llorando, llamando a sus padres. Pero a ella no la van a derribar, porque a mi hija la he enseñado a ser fuerte", gritó. "Pronto va a estar con todos nosotros", aseguró a los asistentes, que rompieron en aplausos.

Juan José llegó con unos minutos de retraso al acto, celebrado bajo una carpa en una de las principales avenidas de Huelva. Había estado en pueblos cercanos a la capital, prosiguiendo una búsqueda para la que apenas ha descansado. Decenas de vecinos de El Torrejón y familiares de la niña se volvieron a repartir ayer por distintas zonas en busca de la pequeña.

Hasta el momento, todas las hipótesis permanecen abiertas, pero, desde hace días, las pesquisas policiales parecían centrarse en un vecino de Mari Luz con antecedentes penales, que abandonó su casa el día después de la desaparición de la menor. Su piso fue registrado y esta persona fue interrogada junto a su mujer en Granada y dejada en libertad. Así las cosas, fuentes del caso reconocen que las esperanzas puestas en esta vía de investigación se difuminan conforme pasan los días. La hermana de este hombre, que vivía con él desde hacía cuatro meses, defendió la inocencia de su familiar ante este periódico.

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