162 docentes eligen destino en un sótano sin ventilar

La calidad del sistema educativo empieza por la calidad de sus procesos selectivos. Pero no en Valencia. El caos y la tensión se apoderaron ayer del sótano sin ventilación habilitado por la Dirección Territorial de Educación de Valencia donde 162 profesores de Secundaria, cuyas plazas han sido "suprimidas" el próximo curso -algunos con más de 30 años de servicio-, tenían que decidir su siguiente destino.

"El local era totalmente inadecuado, los listados -tanto de profesores como de centros- contenían errores que hicieron que se retrasara el proceso más de una hora y media. Y, con un calor de injusticia, la situación de tensión se hizo cada vez más insostenible", relata Javier González Zurita, de la ejecutiva de la federación de enseñanza de UGT.

El recorte de grupos de valenciano y horas de Ciudadanía provocan desajustes

El primer experimento de "adjudicación telemática" de plazas docentes -común en toda España pero cargado de improvisación en Valencia- provocó varias asonadas. Entre ellas, el que "un mismo usuario con su contraseña pudiera conectarse al mismo tiempo desde varias terminales distintas", denuncia Zurita. Además, "el listado de plazas vacantes y el de los profesores contenía numerosos errores, que para ser subsanados necesitaron más de hora y media de tensa espera".

"Incluso se llegó a un conato de violencia", apunta Domingo Ortolà, del secretariado del STEPV, que ha recurrido ya la orden de la adjudicación de 5.000 plazas para el próximo curso por la falta de garantías del proceso.

La tensión se elevó cuando uno de los profesores con destino fijo en el instituto público Ballester Gozalvo de Valencia, que se niega a dar en inglés la asignatura de Educación para la Ciudadanía, presentó una queja.

"Si la consejería utiliza un sistema electrónico, tiene que garantizar que no habrá merma ni de derechos ni de garantías, porque choca con la Ley estatal que regula el procedimiento telemático en las Administraciones Públicas", advierte Zurita, que no descarta recurrir la orden de la Consejería de Educación si al final de todo el proceso se confirman irregularidades o errores como los producidos ayer al adjudicar plazas a profesores que cuando fueron al centro no existían. "Algunas de plazas vacantes eran inexistentes, por lo que una vez adjudicada han tenido que deshacer el acto administrativo, como ha ocurrido con el IES Sorolla", denuncia Inma Sánchez, de la ejecutiva de CC OO.

El caos producido en la provincia de Valencia se debe, en buena medida, al aumento de supresiones de plazas causado por el recorte de líneas en valenciano en Secundaria y, en consecuencia, de grupos de Bachillerato en la red pública para extender los conciertos con la privada. Esta pinza -operada en muchos centros- facilita a la Administración valenciana "secuestrar" las horas de Ciudadanía en los institutos que se niegan a traducir al inglés esta materia tan conceptual. Pero provoca desplazamientos forzosos de los docentes de Geografía e Historia y Filosofía con "plaza fija" que serán ocupadas por voluntarios itinerantes, como se confirmó ayer.