300 acreedores cortan el acceso a la planta de Iberdrola en Castellón
Una adjudicataria de la eléctrica debe más de 12 millones a 23 subcontratas
Alrededor de 300 personas colapsaron, desde poco después de las 6.30 de la mañana de ayer, el acceso a la planta de ciclo combinado que Iberdrola tiene en Castellón. La concentración es una medida de protesta ante las deudas que acumula una adjudicataria de la eléctrica, la empresa gaditana CCMCG, de más de 12 millones de euros. La declaración de insolvencia de CCMCG ha afectado a alrededor de 23 empresas y 500 trabajadores que, según indicaron ayer a través de sus portavoces, no cejarán en su protesta hasta que no se les garantice el modo de cobro. Los afectados responsabilizan a Iberdrola por haber adjudicado una obra de la importancia y el presupuesto de un ciclo combinado a una empresa formada con un capital social de 12.000 euros que, según consideran "no cubre ni mínimamente la garantía", y tras finalizar el ejercicio 2004, arrastraba unas pérdidas de 1,5 millones de euros.
La empresa asegura que ha cumplido con los pagos a la contratista
Por su parte, fuentes de la eléctrica no aclararon ayer si realmente tenían conocimiento de la situación de CCMCG en el momento de su contratación. Las mismas fuentes aseguraron que Iberdrola "ha cumplido de manera rigurosa los compromisos de pago que se iban generando con dicho contratista" y que, por lo tanto, no van a pagar dos veces por el trabajo realizado.
Según los afectados, la empresa gaditana se encontraba en una situación de "insolvencia total y, sin embargo, Iberdrola le confió dicha obra". "Nosotros no conocíamos la empresa, que ya había construido una planta de ciclo combinado para Iberdrola en Arcos de la Frontera", añadieron. Además, apuntaron que han sido los técnicos y el personal de la eléctrica los que han encargado los trabajos a las subcontratas que, posteriormente, habían de facturar a CCMCG.
En agosto, la adjudicataria dejó de trabajar y, poco después, Iberdrola le rescindió el contrato. "Desde que se produjo el abandono de la obra por parte de CCMCG", según fuentes de la compañía, "Iberdrola ha intentado por todos los medios encontrar soluciones satisfactorias para todos al problema planteado". Así, "recontrató" a los trabajadores y fijó unas condiciones extraordinarias de pago inmediato.
Sin embargo, la deuda ha supuesto, incluso, el cierre para algunas de estas subcontratas ya que se trata de pequeñas empresas que, en algunos casos, arrastran deudas de hasta 3 millones de euros. La acumulación de la deuda se debe a que CCMCG pagaba con pagarés que vencían a los seis meses, con lo que no fue hasta julio cuando se dieron cuenta de que no podían cobrar lo de enero, al igual que pasó con las cantidades correspondientes en los sucesivos meses.
Uno de los empresarios afectados, Virgil Naghi, se encadenó ayer a las máquinas que impiden el paso a la central ya que, en su caso, con una deuda de 210.000 euros, ha comenzado a recibir amenazas de los trabajadores a los que no puede pagar.
Hasta hace unas semanas, los abogados de los afectados y el servicio jurídico de Iberdrola han mantenido negociaciones pero, según los trabajadores, únicamente se ha hablado de una cantidad de 145.000 euros reservados por la eléctrica para repartir entre todos.
El hecho es que los trabajadores, después de estar "obedeciendo las instrucciones de Iberdrola en cuanto a permanecer callados y pacíficos" durante más de tres meses, optaron ayer por recurrir a la acción y cortar el acceso a la planta con maquinaria pesada y con la concentración de alrededor de 300 trabajadores. La acción produjo, además, un colapso de tráfico en la carretera costera que une Castellón con Almassora, por lo que fue necesaria la intervención de la Guardia Civil para regular la circulación. Su intención es mantener la protesta "hasta que obtengamos una solución", tal como indicaron. Por su parte, fuentes de la compañía Iberdrola adelantaron que "incidentes como los acaecidos no contribuyen a solucionar un problema" que, según añadieron, "ha supuesto un importante perjuicio". Las previsiones apuntaban a que la planta de ciclo combinado, que aún no está concluida, debía comenzar su período de pruebas a final de este año.
