El 37% de la población del barrio del Carrús de Elche es inmigrante

El barrio de Carrús de Elche es el más poblado de la ciudad, con 70.000 habitantes, de los cuales el 37% son inmigrantes. Y aunque no hay problemas de convivencia cada comunidad se relaciona con sus iguales y no hay un sentimiento de unidad. Un estudio analiza la historia y características del barrio y con la participación de los vecinos busca mecanismos de diálogo y participación que contribuyan a crear un sentimiento común de vecindad. Los colectivos más participativos son marroquíes, argelinos, colombianos, ecuatorianos, así cómo los de Malí, Camerún y Senegal.

El estudio, realizado en su primera fase por la Universidad Miguel Hernández y la concejalía de Cooperación del Ayuntamiento, ha sido financiado por la Secretaría de Estado de Cooperación con 24.000 euros y se han solicitado para la segunda fase que ahora comienza 48.000 euros. El barrio de Carrús y la evolución que ha tenido la inmigración en él, según la concejal del área, Mª Carmen Bueno, es un prototipo de muchos otros barrios de ciudades españolas, "por eso se va a hacer en Elche como experiencia piloto y los resultados se extrapolarán a otras ciudades y otros barrios donde se puedan abordar proyectos similares". "Se trata de transformar lo que en principio puede desembocar en un problema, en un espacio de convivencia", afirmó la directora de la investigación, la antropóloga de la UMH, Mercedes Javalón.

El estudio comenzó creando un grupo de trabajo que ha llegado a integrar a más de 100 vecinos del barrio de todas las nacionalidades. A partir de ellos se ha analizado sus problemas de convivencia y las percepciones de inmigrantes y autóctonos. La segunda fase consistirá en conseguir la participación de los inmigrantes en los colectivos y asociaciones vecinales como el APA del colegio, el centro de salud o el centro social. Al final, la concejal explicó que es "aceptar a todos como vecinos iguales y que todos disfruten de los servicios e infraestructuras propias de un barrio".

El resultado de la primera fase revela que los "vecinos de toda la vida" es decir, los españoles, miran a los inmigrantes y su irrupción en el barrio con preocupación, pero a la vez abiertos a conocerlos. Otro colectivo es el de los inmigrantes "de toda la vida" es decir, marroquíes y argelinos sobre todo, que llevan asentados en el barrio más de 30 años y que lo sienten como suyo. Éstos participan como los autóctonos en la vida del barrio. La directora explica que otra percepción es la de los inmigrantes que han irrumpido en los últimos años con fuerza, ecuatorianos, rumanos o colombianos, aún muy encerrados en sí mismos.

Los técnicos que han hecho el estudio han sacado además unas conclusiones paralelas, como que según la nacionalidad tienen maneras distintas de integrarse. Por ejemplo, comentaron que los chinos no se integran "pero tampoco se les ve ni piden nada en el ayuntamiento ni ocasionan problemas". Los colectivos más participativos y con más ganas de trabajar en común son marroquíes, argelinos, colombianos, ecuatorianos y aunque no son cualitativamente muchos, los ciudadanos de Malí, Camerún y Senegal, mientras que a los rumanos les cuesta asociarse pero sí participan de las actividades que se organizan.