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63 colectivos de Benidorm exigen acabar el Centro de Congresos

Hasta 63 colectivos y asociaciones de Benidorm han firmado ya un manifiesto, impulsado por el Ayuntamiento, para reclamar al Consell que retome las obras del Centro Cultural de Benidorm, diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg y promovidas por la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), aunque paradas desde hace meses. La paralización se debe a que la unión temporal de empresas formada por Rover Alcisa y Dragados, a la que se adjudicó la construcción por 42 millones, solicitó un modificado, es decir, un sobrecoste, según confirmó a este periódico la Consejería de Economía, que dirige Gerardo Camps.

Desde las patronales de hoteles y apartamentos, Hosbec y Aptur, hasta la Cruz Roja de Benidorm han firmado junto a las asociaciones de madres y padres de los colegios, las de jubilados, CC OO, UGT, casas regionales o la Asociación de la Prensa de Alicante un manifiesto que reclama "una explicación coherente y razonada de la SPTCV sobre los motivos del retraso y la inmediata reanudación de las obras en construcción". Benidorm ha convertido en una causa la terminación cuanto antes de un contenedor cultural que tendrá un auditorio para 1.200 personas, una sala multiuso para otras 800, acogerá la escuela municipal de danza y música, una biblioteca, salas de exposiciones y aparcamiento subterráneo.

"Vergüenza nacional"

Mientras el Gobierno valenciano ha alegado que ha parado las obras para cumplir con la ordenanza local contra el ruido, la realidad es que los dos últimos veranos se trabajó a destajo para poder inaugurar la obra antes de las elecciones municipales de 2011. Por eso, el gobierno que desalojó al PP de la alcaldía con una moción de censura en septiembre de 2009, cree que el Consell pretende impedir que sea el actual alcalde, Agustín Navarro, quien corte la cinta. Navarro ha calificado los hechos como "una vergüenza nacional" que acabará siendo "el mausoleo político del PP de Benidorm por su nefasta gestión del asunto".

La recogida de firmas se extenderá a particulares, para lo que se habilitará en la entrada del Ayuntamiento un espacio para que firmen. La edil de Cultura, Maite Iraola, reconoce que estudian "otras medidas" más contundentes tras ni siquiera haber podido hablar con responsables del Consell a pesar de haberlo solicitado repetidamente.

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