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Afectados por la riada en El Verger reciben las casas un año después

El Consell ha comprado los siete pisos a una inmobiliara en crisis

La odisea de las familias que perdieron sus casas en El Verger tras la riada del 12 de octubre de 2007 terminó ayer. El consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, les hizo entrega de las llaves de los siete nuevos pisos. Ha tardado 13 meses en hacerlo. Y aún podía haber pasado más tiempo, ya que los nuevos inmuebles no han sido construidos por la Generalitat, como esta Administración se comprometió, sino que han sido adquiridos a una promotora que no podía venderlos por la crisis.

De otro modo, es muy posible que los afectados aún no tuvieran un techo propio, toda vez que el IVVSA, dependiente del Consell, ni siquiera ha procedido aún a derrumbar las casas destruidas por la crecida del río Girona, que llevan más de un año clausuradas y repletas de escombros en la calle de la Divina Aurora, ubicada junto al cauce. Ayer, García Antón ni siquiera pudo concretar la fecha en que se llevará a cabo la demolición, aunque mostró su confianza en que sea a principios de año. En esos solares, el IVVSA construirá viviendas de protección oficial.

"Esto no tiene nada que ver con lo que tenía antes", dice una vecina
La consejería aún no ha derribado las casas arrasadas por la crecida del río

El Consell ha pagado por las nuevas viviendas para los damnificados unos 860.000 euros, por lo que la promotora ha rebajado entre 30.000 a 50.000 euros el dinero que hubiera obtenido en una época de bonanza para el sector inmobiliario. "En realidad, no vamos a obtener ningún beneficio", dijeron fuentes de la empresa promotora. Dos de las siete viviendas irán a parar a una misma familia con siete hijos cuya situación hasta ahora en una casa provisional era más que precaria.

El consejero de Infraestructuras tampoco hizo pública la fecha en que se comenzará a construir el nuevo puente que debe sustituir al que se derrumbó hace unos meses y cuya estructura constituía un grave riesgo en caso de nuevas crecidas en el río Girona. La falta de ese puente tiene a El Verger dividido en dos partes y dificulta el acceso de los escolares al colegio. "Lo empezaremos a construir de inmediato", se limitó a declarar García Antón, quien especificó que la inversión total de su departamento en el municipio será de tres millones de euros.

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Los vecinos afectados firmaron ayer la recepción de las llaves en un acto público en el Ayuntamiento, si bien no recibirán la escritura hasta que el Consell pague a la promotora a principios de 2009. Los nuevos propietarios se mostraban moderadamente satisfechos. "Hasta ahora no teníamos nada y nos encontrábamos casi en la calle", señaló Francisca Pérez.

Eso sí, los vecinos se encontraban un tanto apesadumbrados, ya que sus nuevos pisos, de entre 80 y 100 metros cuadrados y tres habitaciones, tienen prestaciones mucho más modestas que las viviendas que perdieron en la riada, tradicionales casas de pueblo de dos a tres plantas de altura y algunas de ellas con patio y cochera. "Esto no tiene nada que ver con lo que yo tenía", precisó Francisca Pérez. "A mí me hubiera gustado que esto se hubiera resuelto de otra manera", señaló por su parte Salvador Aguilar, padre de la familia con siete hijos que ahora deberá pagar de su bolsillo las obras para derribar tabiques y unir las dos viviendas que le han adjudicado.

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