El Ayuntamiento llevará a los huelguistas a los tribunales
El concejal de Circulación del Ayuntamiento de Valencia y presidente de la EMT, Alfonso Novo, anunció ayer que el Consistorio que preside la popular Rita Barberá estudia emprender acciones legales contra los conductores de la empresa municipal de transportes por incumplir los servicios mínimos y dejar ayer y anteayer sin un solo autobús a la ciudad, lo que "puede dar pie a expedientes sancionadores".
Novo anunció que, como sucede en las huelgas, "se retirará de la nómina de los conductores las cantidades que correspondan" y se denunciará el incumplimiento de los servicios mínimos decretados ante la Dirección General de Trabajo. Novo calificó de "muy grave" el hecho de que los trabajadores no hayan respetado los servicios mínimos y que, además, "se jacten y se sientan orgullosos de ello", cuando "todos" han respetado "su derecho a huelga".
En este sentido, el concejal del equipo de gobierno de Rita Barberá criticó a los empleados por decir que los servicios mínimos establecidos del 66% y del 75% en horas punta son "abusivos", siendo que los de Metrovalencia alcanzan el 90% "y se respetan".
En opinión de Alfonso Novo, "cada uno tiene su responsabilidad dentro del juego social y democrático" y si no estaban conformes con los mínimos establecidos por la Dirección General de Trabajo, "podrían haber presentado un recurso a los tribunales". "Pero que se jacten de tomar la decisión voluntariamente y por su cuenta para que no salga ningún autobús está haciendo mucho daño a la gente", aseguró el concejal del PP.
Para Novo, además, los trabajadores de la EMT "han elegido la franja horaria que más daño hace a la gente y los días de Fallas, lo que agrava la situación". "Estos hechos no se van a olvidar, los ciudadanos no van a perdonar tanto daño", auguró Novo, que insistió en que los trabajadores de la EMT disfrutan de un "convenio justo" y de una "buena situación". No obstante, el miembro del equipo de gobierno municipal expresó su "voluntad de diálogo" para llegar a un acuerdo e instó a los empleados a tratar el tema "con seriedad para alcanzar un punto de encuentro".
Las huelgas en el sector del transporte público y urbano cuentan con precedentes histórico de extrema dureza en España. Los trabajadores de la EMT de Madrid protagonizaron una huelga que se prolongó durante dos largos meses entre febrero y abril de 1992. La empresa despidió a 27 miembros del comité de empresa que causaron daños en varios vehículos para impedir que se cumplieran los servicios mínimos. Los despidos radicalizaron el conflicto, que todavía coleaba en junio de 1992.
