Barberá ve "burla" a la Iglesia en un acto sobre el sida y lo veta

La Coordinadora de Asociaciones de lucha contra el Sida de la Comunidad Valenciana, Calcsicova, informó ayer de que el Ayuntamiento de Valencia, que dirige Rita Barberá, del PP, se niega a que este año la entidad celebre el Día Mundial del Sida en la plaza de la Virgen, junto a de la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

Desde hace 13 años el acto se celebra allí y, entre otras iniciativas, Calcsicova programa juegos contra la discriminación de las personas afectadas por el VIH, imparte talleres de prevención, reparte preservativos u ofrece espectáculos sobre la "diversidad, la tolerancia y el respeto" en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia. El argumentario del Consistorio se resume así: "Sois unos irreverentes y vais a mofaros de la Iglesia". Así recordaba ayer Joan Monrabal, responsable de sensibilización de Calcsicova, la explicación que recibió del jefe del Negociado de Fiestas Tradicionales del Consistorio, Manuel Camarasa. "Nos dijeron que éramos muy irreverentes, muy escandalosos, que repartíamos condones en la vía pública", explica.

Sanidad dona miles de euros al año en ayudas a la entidad organizadora

Lo curioso, añade, es que Calcsicova, además de ser una asociación con un amplio historial en la lucha contra el sida, recibe anualmente una subvención de la Consejería de Sanidad de varios miles de euros. Con ella sufragan diversos actos a lo largo del año, como charlas en la universidad o gastos derivados de sus campañas en contra de la enfermedad, como el merchandising. Pero al Ayuntamiento no le parece suficiente. "Nos explicaron", apunta Monrabal, que "algunas de las actividades planteadas pueden resultar burlescas debido a la connotación religiosa" de la plaza, con la Basílica y la Catedral al lado. En concreto, el Ayuntamiento se queja de las performances de los estudiantes de Bellas Artes porque, al parecer, alguna vez se han disfrazado de curas o han repartido profilácticos demasiado cerca de los centros religiosos o han sido demasiado ruidosos. Carlos Gómez, presidente de la asociación, explicó que pidieron el permiso el pasado 14 de abril. El acto se celebra el 1 de diciembre y los organizadores deberán buscar un emplazamiento distinto si el Ayuntamiento no cambia de idea. "Otros años a estas alturas ya habíamos recibido contestación por escrito. Esta vez, después de perseguirles durante 15 días, nos dejaron un mensaje en el contestador diciendo que solo nos dejarían si leíamos nuestro manifiesto y nos íbamos a casa". Sin megáfonos, ni condones, ni explicaciones.