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Entrevista:DONNA LEON | Escritora de novela negra

"Berlusconi, Bush y Ratzinger son lo mismo"

Habla con pasión de política y literatura, pero sobre todo se emociona con la ópera. Se autodefine como una mujer "feliz y positiva" que ha alcanzado el sueño de poder ganar mucho dinero con la venta de sus libros para invertirlo en el fomento y la difusión de la música clásica. De hecho, tiene una orquesta que ya ha grabado diez óperas de Händel, ofrece conciertos por media Europa y el próximo año irá a Madrid con óperas para escolares. Donna Leon (New Jersey, 1942), la dama de la novela negra y social, participó anoche en el Aula de Cultura de la CAM de Alicante en el ciclo de conferencias La literatura y la vida, en la que expuso consejos para el escritor. Lo primero es saber qué se quiere contar y cómo, si en primera o en tercera persona.

Pero antes de la conferencia, la escritora, afincada en Venecia desde 1981, avanzó el argumento de su próxima novela La otra cara de la verdad, que hoy presentará en Barcelona. Una nueva entrega del comisario Brunetti que en esta ocasión tropieza con una mujer que se ha sometido a diez operaciones de cirugía estética. "Él piensa que es una mujer banal y superficial, que sólo piensa en su físico", avanza. Los protagonistas de su próxima novela empiezan a hablar de libros, y en concreto de las Cartas de Cicerón, que ella está leyendo en latín. El comisario se enamora y ahí arranca esta historia de la que no quiso desvelar más detalles.

Leon, que ha sido profesora, guía turística o redactora en una agencia de publicidad, reflexiona, en un almuerzo distendido, sobre los desafíos de la sociedad contemporánea. "Vivimos en la confusión, ¿qué pasará cuando acabemos con el medio ambiente o no haya agua?" La corrupción política es otro tema que le inquieta, porque está por todas partes. "¿En qué país no hay corrupción?", se pregunta, e ironiza sobre la supuesta influencia de algunos políticos como Berlusconi, Bush y Ratzinger. "Son lo mismo para mí", afirma. En el caso de Italia, es muy crítica con la mafia, y recuerda Nápoles, donde la "la basura estaba por todas partes". Nacida en los Estados Unidos, Donna Leon, que estudió en Italia, pero trabajó en Europa y Asia (Irán, China o Arabia Saudí), confiesa que nunca ha dejado que se traduzcan sus novelas al italiano. "Así no me conocen, paso desapercibida, no me gusta la fama, hace que uno se pueda sentir superior y eso es malo". La autora de La muerte en La Fenice lamenta que cada vez haya "más predicadores que nos digan cómo y qué debemos hacer", y añade: "Yo no soy ningún sacerdote". Su literatura, 19 novelas desde 1992, traducidas a 23 lenguas, cuenta historias "para divertir y hacer pensar". "Busco lectores inteligentes", concluye.

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