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El Campello vende suelo a un colegio de élite cuando faltan centros públicos

El alcalde del PP reclasifica 55.000 metros cuadrados de terreno municipal

A velocidad de crucero avanza la iniciativa de la institución San Estanislao de Koska de construir un complejo educacional privado de élite en el paraje de la loma de L'Amerador en El Campello (L'Alacantí). Para ello, el Ayuntamiento, gobernado por el PP con mayoría absoluta, ha aprobado una modificación parcial del plan general urbano para reclasificar 55.000 metros cuadrados de terreno público, propiedad municipal, que han pasado de ser catalogados como suelo para campamento turístico a parcela de uso educativo privado. El alcalde, Juan Ramón Varó, afirma que la iniciativa, que surgió de la propia empresa, "dará prestigio educativo" al municipio, que dispondrá de un centro de primaria, otro de secundaria e incluso de una oferta universitaria.

Ahora, el Ayuntamiento redactará el pliego de condiciones para la adjudicación pública de este proyecto, a la que podrán optar otras firmas. El Ayuntamiento estudia si vende directamente los terrenos a precio de mercado, los alquila a largo plazo o autoriza una permuta por su valor. "Será para el mejor postor y en condiciones ventajosas para el Ayuntamiento", asegura Varó. Pero el complejo no estará aislado, ya que está prevista también una urbanización con viviendas unifamiliares, según apuntan fuentes municipales.

La decisión ha levantado ampollas en esta localidad del área metropolitana de Alicante, que supera los 25.000 habitantes tras un fuerte crecimiento demográfico. Los vecinos demandan desde hace años centros educativos públicos. En El Campello hay cuatro colegios de primaria y dos institutos de secundaria, todos ellos saturados. Los niños no caben en las aulas y los profesores se las ingenian como pueden para hacer frente al goteo continuo de nuevos matriculados.

Según varios de los directores, los cuatro colegios públicos existentes en El Campello albergan en total diez unidades más de las que corresponden. "En algunos casos las bibliotecas y otras dependencias las hemos cerrado para convertirlas en aulas", aseguran. Uno de estos colegios, el Fabraquer, inaugurado hace sólo tres años, espera 100 alumnos más de los que caben para el próximo curso, y la única solución que se perfila consiste en instalar aulas prefabricadas. Francisco Martínez, director del colegio Pla de Barraques, lleva cinco años esperando que se construya un comedor escolar para 350 comensales "que ahora deben hacer dos turnos y medio cada día para comer". "El terreno está cedido y estamos en fase de licitación, pero las obras no empiezan", se lamenta Martínez.

En medio de este panorama, surge el acuerdo del PP en el Ayuntamiento de reclasificar la parcela de 55.000 metros cuadrados para un centro educativo privado de San Estanislao de Koska (SEK), institución cuyo primer colegio fue fundado en Madrid en 1892 y de la que se hicieron cargo a partir de 1935 Felipe Segovia Martínez y su familia, que en la actualidad dispone de media docena de colegios en España y de la Universidad Camilo José Cela, en Madrid.

Como reacción a la iniciativa municipal, se constituyó la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de El Campello, de la que forman parte las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA), los sindicatos educativos, las asociaciones de vecinos, los partidos en la oposición y una asociación de estudiantes. "El prestigio debe ser para la escuela pública, que necesita medios y terrenos", asegura Carmen Parra, presidenta de la plataforma, en alusión a las declaraciones del alcalde de que la instalación de un colegio de SEK prestigiará el municipio. Parra exige con "urgencia" un quinto colegio, la ampliación de un instituto de secundaria y un tercer instituto. Los afectados están recogiendo firmas de protesta, preparan una manifestación y ultiman la redacción de un paquete de alegaciones contra el acuerdo del pleno. La Síndic de Greuges, Emilia Caballero, admitió la semana pasada a trámite una queja presentada por este colectivo, que teme que en el pliego de condiciones se ofrezca "una ganga para la empresa y se despatrimonialice el Ayuntamiento".

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El alcalde hace frente a las críticas. Juan Ramón Varó asegura: "No regalaremos nada a nadie". Y descalifica a la plataforma, "que se creó en plena campaña para erosionar". El primer edil anuncia que en un próximo pleno se aprobará la cesión de una parcela de 10.000 metros a la consejería para construir un nuevo colegio y dentro de unos meses otros 16.000 metros para el nuevo instituto. "Además de ampliar tanto el Enric Valor como el Clot de l'Illot", añade Varó. Los padres no se fían y denuncian el "desinterés y la desidia" que el gobierno municipal del PP ha demostrado los último años. "Todo son promesas, sin papeles ni acuerdos concretos; buenas intenciones pero pocas realidades", exclaman los miembros de la plataforma.

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