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DEBATE DE POLÍTICA GENERAL

Camps deja solos a Rambla y Costa

El presidente ningunea a sus rivales - Evita mencionar siquiera el 'caso Gürtel' - La oposición en bloque exige su renuncia

Francisco Camps, presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad Valenciana, sabe que se encuentra en el ojo del huracán, sabe que un informe policial de la brigada para la prevención del blanqueo de dinero detalla la doble contabilidad del partido que preside: revela cómo Orange Market, la empresa de Álvaro Pérez, El Bigotes, facturaba a seis constructoras valencianas pagos que debía haber afrontado su partido; y contiene grabaciones que evidencian que varios de los máximos responsables del PP de la Comunidad Valenciana y del Consell estaban al tanto de todo. Camps lo sabe todo pero finge que nada existe. Ni el escándalo ni la tensión entre sus íntimos colaboradores. Ayer no hizo ningún gesto a favor de o en contra del vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, ni a favor de Ricardo Costa, secretario general del PP valenciano. Los dejó solos. Todavía tiene que despejar quién será el cortafuegos que le permita ofrecer el gesto de contundencia que le reclama Mariano Rajoy, presidente nacional del PP.

Luna: "Usted está acabado, siempre será el de los trajes y las dádivas"
Oltra: "Hágase un favor, culmine su sueño, convoque elecciones"

Camps afrontó el debate sobre política general de la Comunidad Valenciana sometido a una triple presión. Por un lado, la que ejerce Génova para que dé explicaciones y frene el desgaste que sufre toda la organización por su silencio y su incapacidad para reaccionar.

Sus más íntimos colaboradores recelan unos de otros por temor a convertirse en cabezas de turco. El intento de Costa por abrazar a Rambla cuando llegó al hemiciclo, y el frío apretón de manos con que Rambla apartó a Costa, evidencian la tensión entre el número dos del Consell y el número dos del partido.

El tercer frente que afrontó Camps fue el bloque constituido por la oposición en las Cortes. Ángel Luna por el PSPV, Mònica Oltra por Compromís y Marga Sanz por Esquerra Unida, exigieron su inmediata dimisión.

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Camps los ninguneó a todos para eludir su responsabilidad. Más histriónico frente a Luna, más enojado frente a Oltra y más condescendiente frente a Sanz, la táctica para escapar a su responsabilidad fue la misma en los tres casos.

El ambiente en la tribuna de invitados era frío, muy alejado del interés que había despertado el mismo debate otras veces. Familiares de los nuevos diputados y algún cargo institucional como Marcela Miró, adjunta en la Sindicatura de Comptes, o Vicente Garrido, presidente del Consell Jurídic Consultiu, apenas pudieron disimular las ausencias de representantes de la patronal, de los sindicatos o de otras entidades de relevancia.

Tampoco asistió al debate Gerardo Camps, vicepresidente segundo, que sufrió un oportuno enganchón en la espalda a primera hora de la mañana. Juan Cotino, vicepresidente tercero, se apresuró a ocupar su escaño vacante y todos los miembros del Consell que comparten el banco azul con el presidente se desplazaron un puesto para tapar huecos.

Camps abrió la sesión cansino. Leyó durante hora y media larga y presentó tres propuestas. La primera, la rebaja del 10% en la cuota autonómica del IRPF para las familias de trabajadores autónomos con dos o más hijos a su cargo e ingresos inferiores a los 24.000 euros. Según Camps, la rebaja beneficia a 315.000 familias y supone un ahorro de 15,7 millones de euros, es decir, un ahorro de 49,8 euros por familia.La segunda gran propuesta del presidente fue un nuevo plan de infraestructuras, "el más ambicioso de la historia", que prevé la inversión de 25.000 millones de euros en diversas infraestructuras entre 2010 y 2020. Camps aseguró que aunará "las administraciones con la iniciativa privada", pero no fue más específico respecto a la financiación de los proyectos que desgranó.

Finalmente, el presidente presentó un plan de austeridad para recortar el gasto público en 300 millones de euros.

Ni una sola mención a la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos que Costa había presentado como la "respuesta contundente" al escándalo que rodea al PP valenciano. La creación de la comisión en cuestión ni siquiera se aprobará en el curso del debate de política general.

Ningún portavoz de la oposición tomó siquiera en consideración los planes de Camps.

El socialista Luna lamentó que Camps no hubiera dedicado una palabra a "la tormenta que azota a su partido y su Administración". "Sin usted, no habría existido Orange Market", le espetó. Luna reclamó la inmediata convocatoria de elecciones autonómicas para "dar portazo a uno de los periodos más truculentos de la historia de la Generalitat valenciana".

El portavoz socialista defendió que los sistemas democráticos son los mejor preparados para superar las crisis económicas, para evitar la malversación de caudales públicos y para garantizar el bienestar de los ciudadanos. Y acusó a Camps de instaurar una "democracia de muy baja calidad".

Luna, en una intervención demasiado elegante para la ocasión, acusó a Camps de haber dedicado toda su acción política a "construir su propia imagen" a través de un "obsceno control de los medios de comunicación públicos" o a través del impulso de grandes eventos. Según el socialista, Camps había conseguido labrarse una imagen de "buen chico y de rigor", pero al estallar el caso Gürtel "su imagen se ha venido abajo estrepitosamente y ha salido a relucir su falta de estrategia".

Según Luna, la Generalitat está bloqueada y paralizada porque cualquier iniciativa del presidente responde a "la clave Gürtel". "¿Por qué se va Pedro García

[ex director de Radio Televisión Valenciana]? ¿Por qué se va Ana Michavila

[ex jefa del gabinete del presidente de la Generalitat]?", preguntó Luna, "¿son daños colaterales?" Y denunció la "opacidad impuesta en las Cortes Valencianas". Citó como ejemplo la imposibilidad de conocer el coste del acuerdo entre Camps y Bernie Ecclestone para que Valencia albergue un gran premio de fórmula 1 hasta 2014: "¿Cómo puede haber una cláusula de confidencialidad en un contrato público? ¿por quién nos toma, por quién toma a los valencianos?" "Hasta Ricardo Costa ha asegurado que el PP se equivocó al contratar con Orange Market", añadió, "¿se equivocó la Generalitat? Responda de una vez".

Camps sorteó los requerimientos de Luna con una mención a la moción de censura en Benidorm y la implicación en el caso de la madre de Leire Pajín, "la número tres del PSOE". Y se perdió argumentando que él fue el único portavoz elegido por los ciudadanos puesto que Luna sustituyó a Joan Ignasi Pla y Oltra desplazó a Glòria Marcos como portavoz de Compromís.

Oltra tuvo que aclararle que el presidente de la Generalitat es nombrado por las Cortes entre los 99 diputados electos. "Primero de Constitucional", dijo.

Pero Camps sobrevolaba por encima del bien y del mal y acusó a Luna de intentar arrebatar a los valencianos el orgullo de serlo. Luna replicó: "Es su gobierno el que está quitando a la gente el orgullo de ser valencianos. Tenemos un presidente que no distingue la política del juzgado, que carece de la mínima ética política. La gente que actúa contra la ley de forma consciente no tiene problemas de conciencia. Tiene problemas cuando las cosas se saben. Por eso ustedes persiguen al mensajero y denuestan al que cumple su obligación. Todo menos afrontar los problemas". Y se aferró a la frase "yo, el único". "Se ha retratado. Pone de manifiesto su manera personalista de entender la política. Esta situación es insostenible y usted lo sabe. Usted está acabado, antes o después, pero está acabado. Siempre será el de los trajes y las dádivas y las adjudicaciones oscuras. Usted, el único, está llevando a la podredumbre moral la política en la Comunidad Valenciana".

Camps cerró el intercambio con bromas sobre el liderazgo de los socialistas valencianos, con un gráfico inverosímil sobre la evolución de la deuda pública que cifró en el 2,9% del PIB cuando el Banco de España la eleva al 14% de la riqueza regional, la más alta entre todas las comunidades autónomas. Y concluyó con otra inverosímil exhibición de bienestar: "Tengo la felicidad y la tranquilidad de estar rodeado de muy buena gente. Y si hay algo que siempre seré, que siempre podré decir, es que yo fui presidente de la Generalitat. Sueño, a veces sueño con ser ex presidente..., no ahora, en su día".

A primera hora de la tarde, Oltra se lanzó a degüello contra el presidente. "Nos ha mentido, nos mintió cuando negó que conocía al Bigotes, que nunca había recibido regalos de la presunta trama corrupta que encabezaba Francisco Correa, porque dijo que había pagado los trajes y ahora sabemos que se los regaló Orange Market". Oltra invitó a Camps a recuperar "la mínima dignidad política" y le tomó la palabra: "¿No dice que sueña con el día que sea ex presidente de la Generalitat? Pues háganos un favor, cumpla su sueño, disuelva estas Cortes, convoque elecciones y váyase a pasear".

Camps tachó a Oltra de tránsfuga para desautorizar su discurso y lamentó que acudiera a un debate de política general sin propuestas.

Marga Sanz, que se estrenó como portavoz de Esquerra Unida, también atacó a la yugular. "No es usted referencia de otra cosa que de una mancha de corrupción que se extiende sobre toda la vida política de la Comunidad Valenciana. Desde Carlos Fabra, a los trajes, al caso Gürtel y a un documento policial que contiene grabaciones y documentos que usted no puede negar. Señor Camps, debe dimitir y convocar elecciones".

Camps agradeció la vuelta del discurso de la izquierda más extrema a las Cortes y se aferró a un error de Sanz para ningunear su intervención.

El presidente se mostró distendido, pero su partido hace aguas. Así los prueban las declaraciones de Carlos Fabra cuando aseguró que "ni el PP de Castellón ni la Diputación han contratado nada con Orange Market", informa María Fabra. El presidente de la Diputación de Castellón rompió todas las previsiones. Francesc Colomer le preguntó si la trama de supuesta financiación ilegal del PP "se ramificaba en Castellón". Fabra marcó distancias con Camps y aseguró que ni Álvaro Pérez ni su empresa "han trabajado en Castellón". "Si hablan de cuentas del PP, no se referirán a las de Castellón", insistió.

El tratamiento informativo del debate de política general en los informativos del mediodía de Canal 9 dio de nuevo pie a la protesta, informa Cristina Vázquez. Camps acaparó la práctica totalidad de la noticia frente a los escasos segundos que apareció el portavoz socialista Ángel Luna. Pero lo que denunciaron los sindicatos representados en la cadena de televisión autonómica fue que la dirección del ente público "tapara la boca a los partidos de la oposición" y ocultara el caso Gürtel.

Francisco Camps, ayer, junto a la consejera portavoz, Paula Sánchez de León, en un receso del debate de las Cortes.
Francisco Camps, ayer, junto a la consejera portavoz, Paula Sánchez de León, en un receso del debate de las Cortes.JOSÉ JORDÁN

41 euros de ahorro fiscal

- Plan de ahorro fiscal: El presidente de la Generalitat anunció como gran medida de ahorro fiscal una rebaja del 10% de la cuota autonómica del IRPF que pagan los autónomos con dos o más hijos a su cargo. Francisco Camps aseguró que la medida beneficiará a 315.000 familias valencianas y supondrá un ahorro fiscal de 15,7 millones de euros. Una sencilla división arroja un ahorro por familia que no llega a los 50 euros.

- Plan de contención del gasto público: El plan prevé cinco medidas. Congelar por segundo año consecutivo los salarios de los altos cargos de la Administración de la Generalitat y congelar la plantilla de empleados públicos salvo para cubrir las necesidades de nuevas escuelas o nuevos centros de salud. El plan de austeridad contempla una reducción del 5% del gasto corriente de todos los departamentos de la Generalitat y del 35% en las transferencias corrientes, siempre que no afecten a partidas vinculadas a Educación, Sanidad o Bienestar Social. El recorte también prevé una reordenación de la Administración pública y una racionalización de las inversiones a través de un servicio centralizado de tesorería.

- Nuevo plan de infraestructuras: Camps anunció "el más ambicioso plan de infraestructuras" jamás acometido en la Comunidad Valenciana y que se desarrollará entre 2010 y 2020. El plan prevé la inversión de 25.000 millones de euros, que el presidente espera obtener aunando el esfuerzo de administraciones y la iniciativa privada.

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