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Camps intenta rebajar la tensión dentro del PP sobre su candidatura

González Pons proyecta su figura en el partido pero deja claro que está en MadridAlarte recrimina a Rajoy que tolere la actuación del presidente del Consell

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, evitó autoproclamarse candidato a la reelección en la cena de inicio de curso del PP regional para rebajar la tensión con la dirección nacional de su partido. El vicesecretario de Comunicación del PP nacional, Esteban González Pons, pactó con Camps el alcance de su intervención en la cena del viernes -"Tú eres presidente del PP y de la Generalitat y eres nuestro candidato y próximo presidente"- para intentar salir ambos airosos del debate planteado sobre el futuro del jefe del Consell tras los escándalos relacionados con el caso Gürtel. Fuentes del PP explicaron que, salvo decisiones judiciales de gravedad, Mariano Rajoy ratificará la candidatura de Camps. Extremo que podría retrasarse hasta después de las elecciones autonómicas catalanas previstas para el mes de octubre.

La dirección regional de los populares se mostró ayer satisfecha por la imagen de unidad ofrecida en la cena de Teulada, aunque reconocieron que el acercamiento del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, imputado en el caso Brugal, a Camps no tiene todavía correspondencia entre las bases zaplanistas y campistas de la provincia.

En este contexto, González Pons aprovechó el evento para presentarse como hombre de consenso entre las diferentes familias populares, aunque tuvo mucho cuidado en dejar claro que "cada uno está donde debe estar". "Federico Trillo y yo en Madrid", dijo González Pons.

La directora de campaña del PP regional, la consejera Paula Sánchez de León, destacó la unidad de los populares y auguró que Camps repetirá como presidente en 2011. Sánchez de León criticó que los socialistas valencianos centren todo su discurso en la confrontación.

En el seno del PP, sin embargo, no se oculta la preocupación por las decisiones que puedan adoptar los jueces que instruyen los asuntos relacionados con el caso Gürtel en Madrid y en Valencia. Una preocupación a la que se añade la situación interna del Consell, ahora sometido a una nueva reorganización de funciones en pleno año electoral.La oposición se lanzó ayer en tromba sobre el acto de inicio del curso político del PP protagonizado por el presidente Camps. El tibio apoyo de la dirección nacional del PP, que sigue sin poner fecha a la proclamación oficial de Camps como candidato a la reelección, y la ausencia en la cena de Mariano Rajoy -que hasta que estalló el caso Gürtel visitaba casi una vez al mes la Comunidad Valenciana y ahora orilla esta autonomía siempre que tiene ocasión- animaron a la oposición a echar sal gruesa en la herida popular.

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, aseguró que Camps es "un esperpento de presidente que habla del calor y de los ansiolíticos", pero que es "incapaz de lanzar propuestas para el futuro". "Sólo retórica, victimismo de otro tiempo, malos y buenos", prosiguió, "habla de cualquier cosa menos de los problemas de los valencianos".

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Alarte también se mostró dispuesto a jugar en el terreno propuesto por Camps la noche anterior. Si Camps planteó las próximas elecciones autonómicas como un referéndum sobre la gestión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Comunidad Valenciana; Jorge Alarte responsabilizó al presidente del PP, Mariano Rajoy, de la grave crisis institucional que sufren los valencianos.

"Rajoy es incapaz de quitar a Camps de la política porque fue él quien le presentó a [Francisco] Correa [el cabecilla de la trama corrupta] en Valencia". "Los valencianos quieren un tiempo nuevo sin Camps, sin Carlos Fabra, sin José Joaquín Ripoll y sin el PP, sin raíces podridas", remachó.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, aseguró que Camps había hecho "el ridículo". Para Morera, las palabras del vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, de apoyo a la reelección del jefe del Consell "sonaron más a un laudatorio a título de despedida que a una reafirmación de Camps como candidato".

Morera recriminó al presidente de la Generalitat que, además, se escondiera en una furgoneta para evitar a los manifestantes que lo silbaron a las puertas del recinto donde se celebró el acto. "Es evidente que el Gobierno de Camps tiene cosas que esconder; no quiere contestar ni a los periodistas, ni a la oposición y ahora se esconde de los ciudadanos que exigen respuestas y transparencia", señaló.

La coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, instó a las bases del PP a parar "los pies a Camps lo antes posible por respeto a la ciudadanía y la democracia. Para Sanz, Camps está metiendo al PP en un callejón sin salida y Rajoy debería tomar cartas en el asunto

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