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El nuevo Gobierno valenciano

Camps sorprende con un Consell de tecnócratas y sin imputados

Gerardo Camps, Vicente Rambla y Rafael Blasco abandonan el Gobierno

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, nombró ayer un nuevo Consell para su tercera legislatura. Un Gabinete en el que reduce de 13 a 10 las actuales carteras, del que desaparecen los pesos pesados -Vicente Rambla, Gerardo Camps y Rafael Blasco-, en el que solo repiten tres consejeros de su anterior Consell y que tendrá que hacer frente a una situación social y económica de gran dificultad.

Camps se pone, para sorpresa de todos, al frente de un Ejecutivo integrado, fundamentalmente, por tecnócratas sin ninguna vinculación con los escándalos de corrupción que azotan al PP. A excepción del propio presidente de la Generalitat, imputado por el caso de los trajes, que aísla su situación judicial de la del resto de cargos salpicados por el caso Gürtel. Camps negó que en la composición de su nuevo Gabinete hayan influido los escándalos de corrupción.

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Sin embargo, el jefe del Consell prescinde de su vicepresidente primero y consejero de Industria Vicente Rambla implicado en la supuesta financiación ilegal del PP en la Comunidad Valenciana que investiga el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Pero también de Rafael Blasco como consejero de Solidaridad y Ciudadanía, que se ha visto salpicado por los escándalos relacionados con una supuesta trama de desvío de fondos de cooperación.

Por contra, Camps da entrada en el nuevo Consell al secretario autonómico Jorge Cabré como consejero de Justicia y Bienestar Social. Cabré es, según el entorno de Camps, una de las personas que han estado más próximas al jefe del Consell durante todo el proceso judicial por el caso de los trajes desde que estalló su implicación en el caso Gürtel.

Camps justificó ayer su nombramiento y la decisión de unir Bienestar Social con Justicia porque la primera de las áreas tiene mucho que ver con la segunda. Entre los nuevos consejeros solo entra una persona con pleitos con la justicia. La alcaldesa de La Vall d'Uixó, Isabel Bonig, tiene un proceso judicial abierto por una irregularidad urbanística relacionada con la construcción de unas viviendas. Un caso que no guarda relación con los escándalos de corrupción que más han dañado al PP. Bonig asumirá la cartera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.El jefe del Consell prescinde de sus anteriores tres vicepresidentes, Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino y nombra como única vicepresidenta a Paula Sánchez de León.

La vicepresidenta -hasta ahora portavoz y titular de Justica y Administraciones Públicas- pasa a ser la mano derecha de Camps, que recompensa su confianza con la Consejería de Presidencia, las relaciones con las Cortes, y las competencias que tenía Rafael Blasco en la extinta cartera de Solidaridad, donde tendrá que poner orden. Además, libera a Sánchez de León de la portavocía del Consell para evitar que se queme rápidamente ante los inevitables recortes presupuestarios que se tendrán que adoptar.

Paula Sánchez de León ha llegado a sonar, incluso, como la apuesta del propio presidente de la Generalitat para sustituirle en caso de que se viese forzado a abandonar el cargo por los pleitos judiciales. En cualquier caso, el propio Camps dejó claro ayer que tiene intención de agotar su mandato. "Si hubiese mantenido buena parte del Consell hubiesen pensado que era un Gobierno para no acabar la legislatura. Yo hoy tengo la visión puesta en los próximos cuatro años", sentenció. Y avisó: "Si la vida y la salud me acompañan, si el partido lo cree conveniente, y la sociedad sigue creyendo en mí, seguiré presentándome a las siguientes elecciones autonómicas"

Además de colocar a Sánchez de León como la persona fuerte del Consell, el presidente de la Generalitat atiende en la composición de su nuevo equipo las peticiones de las organizaciones empresariales, que reclamaban a gritos el relevo del titular de Economía, Gerardo Camps. Las repetidas indisposiciones por enfermedad del vicepresidente económico y los retrasos en los pagos a los proveedores de la Generalitat habían llegado a irritar a buena parte del tejido empresarial.

"El momento exige cambio de mentalidad, austeridad y eficiencia", había reconocido Camps antes del formar Gobierno. "Cada legislatura es diferente, las circunstancias sociales y económicas cambian". Y esto es lo que le debió de explicarle el jefe del Consell a Gerardo Camps, apenas unas horas después de posar sonriente junto al vicepresidente económico y el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, en el patio de las Cortes tras jurar por tercera vez el cargo. Gerardo Camps será nombrado senador territorial del PP por el Parlamento autonómico el próximo día 30.

La antigua cartera de Economía, Hacienda y Empleo se fracciona en tres. Economía se suma a Industria y Comercio. El departamento al que aspiraba Vicente Rambla será dirigido por Enrique Verdeguer, director general de Información e Inversiones del Instituto de Comercio Exterior (Icex) dependiente del Gobierno central. Verdeguer es una recomendación del empresariado que reclama una apuesta por la internacionalización de la economía valenciana.

El nombramiento de Verdeguer acabó por acelerar la marcha de Vicente Rambla, que optó por quedarse en las Cortes sin responsabilidades de gobierno.

Hacienda y Administraciones Públicas, el departamento responsable de los ingresos, las nóminas y los presupuestos, queda en manos de José Manuel Vela, hasta ahora secretario autonómico de Hacienda y que ha llevado el día a día de ese departamento. Vela está considerado un gestor eficiente y es un viejo conocido de los sindicatos, con los que tendrá que bregar en una coyuntura económica tan desfavorable.

La cartera de Educación, a la que ahora se suman Formación y Empleo será responsabilidad de José Ciscar, alcalde de Teulada y delegado del Consell en la provincia de Alicante hasta hace pocas semanas. Ciscar -que también está en la cúpula regional del PP, igual que la nueva consejera de Infraestructuras Isabel Bonig- llega a esta cartera tras haber contribuido de manera eficiente a la defenestración de José Joaquín Ripoll como presidente de la Diputación.

En Sanidad se produjo otra de las sorpresas de la jornada. Manuel Cervera renunció a seguir en el Consell por decisión propia y Camps optó por aupar a su número dos, el actual secretario autonómico de Sanidad, Luis Rosado.

En el nuevo organigrama, el presidente de la Generalitat incorpora a la, hasta ahora, directora de Canal 9, Lola Johnson, a la que otorga la portavocía del Consell y la cartera de Turismo, Cultura y Deportes y la responsabilidad sobre los grandes eventos. La responsable de una de las televisiones autonómicas más denostadas será la encargada, según Camps, de "vender la Comunidad Valenciana con imaginación". "Es una persona experta en medios audiovisuales y en la cultura y tradiciones valencianas", sentenció el jefe del Consell.

El equipo se completa con la titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Maritina Hernández, que ahora añade a sus competencias Agua. Hernández, pese a las especulaciones sobre su descarte, era una de las pocas personas que tenía garantizada su continuidad.

El tercero de los consejeros del anterior Consell que renueva la confianza de Camps es Serafín Castellano, que mantiene la cartera de Gobernación. Castellano pierde las funciones de desarrollo estatutario y le adjudica las competencias menores de Medio Ambiente para unificar la lucha contra los incendios y la protección del territorio.

Camps justificó no haber reducido el número de carteras de Gobierno, como han hecho otros presidentes autonómicos del PP, porque "hay dos consejerías esenciales en un Gobierno de los valencianos, Agricultura y Gobernación".

El sostenimiento de Serafín Castellano en el nuevo Consell se interpretó ayer, en medios del PP, como un nuevo correctivo al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, que ve cómo un rival que daba por amortizado en su control del partido en la provincia de Valencia recobra aliento.

En el nuevo Consell no repite ninguno de los tres vicepresidentes -Juan Cotino ya fue elegido la semana pasada presidente de la Mesa de las Cortes- ni Belén Juste (Turismo), Trini Miró (Cultura), Manuel Cervera (Sanidad), Rafael Blasco (Solidaridad), Mario Flores (Infraestructuras), Angélica Such (Bienestar Social) y Alejandro Font de Mora (Educación). Estos dos últimos, designados también la semana pasada miembros de la Mesa de las Cortes.

El presidente asciende en su recién estrenado Gabinete a tres secretarios autonómicos, mantiene a tres de sus antiguos consejeros y completa el equipo con dos miembros de la dirección regional del PP, la directora de Canal 9 y un técnico del Icex.

"El Gobierno será más austero, más eficiente", prometió Camps en su discurso de toma de posesión. "Cada línea presupuestaria será revisada, cada iniciativa, testada", añadió Camps tras jurar sobre ejemplares del Estatut d'Autonomia, Els Furs y la Biblia. Ahora solo falta que su nuevo equipo se ponga manos a la obra.

"El número uno es el número uno"

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, recién reelegido, hizo frente ayer a las críticas de los grupos minoritarios de las Cortes, que consideran que será difícil que concluya la legislatura a causa de sus problemas judiciales. Camps remarcó que los ciudadanos han vuelto a confiar en su persona. "Esta es una realidad incontestable", remachó el reelegido presidente, que añadió: "Medio millón de votos de diferencia [del PP] con el PSPV y más de un millón de votos con cualquiera de los otros grupos parlamentarios [Compromís y EU], creo que demuestran quiénes están hoy fuera del discurso de esta Comunidad y quiénes seguimos representando los intereses de la Comunidad en su conjunto".

"Se ha intentado de muchas maneras [desalojarme del poder], desde muchos lugares y de muchas formas, pero al final los valencianos, democráticamente, el 22 de mayo, dijeron: el presidente queremos que sea Camps y el partido que lidere la Comunidad, el PP", argumentó Camps.

El jefe del Consell también respondió cuando fue interpelado por qué el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, no había acudido a su toma de posesión. "El presidente del partido está siempre con nosotros y yo con él, pero cada uno tiene su tarea", prosiguió Camps, "La tarea que me correspondía a mí era ganar las elecciones y el mayor número de alcaldías posible y darle otra vez al PP un caudal de votos impresionante".

Bajo un sol de justicia, Camps también fue preguntado por su opinión acerca de los

indignados

del Movimiento 15 de Mayo y les propuso que se afilien a un partido y, si no hay ninguno con el que se identifiquen, que creen uno. "Durante 30 años hemos vivido todo tipo de propuestas electorales, esta democracia da cabida a todas las opciones políticas y en España está debatiéndose todos los días", prosiguió Camps, que defendió, además, su propuesta de reformar la Ley Electoral Valenciana para acercar los candidatos a los electores. En este contexto, se le preguntó a Camps si no creía que con listas abiertas él y la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, salpicados por casos de corrupción, no hubiesen sido votados por los electores. Y el jefe del Consell replicó: "El número uno es el número uno, sería la primera vez que el candidato número uno del partido no sale elegido".

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