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El Consell sigue sin articular una ley que regule la educación especial

Cerca del millar de fisioterapeutas y educadores piden su traspaso a Educación

¿Qué hacen un educador y un fisioterapeuta en un colegio público ordinario? "Pues dar el acompañamiento y tratamiento de rehabilitación que necesitan los alumnos con necesidades educativas especiales escolarizados en colegios normales o en alguno de los centros específicos que hay, y que acuden cada mañana a clase como cualquier otro niño, pero padecen parálisis cerebral o algún tipo de astrofias musculares o una de las llamadas enfermedades raras como el Síndrome de Asperger desde que nacieron", coinciden en explicar un fisioterapeuta de un centro específico de Valencia y un educador, de un colegio normal. Como ellos, cerca de 800 educadores y casi un centenar de fisioterapeutas atienden este curso a los niños escolarizados con algún tipo de trastorno motor o discapacidad física o mental en medio centenar de colegios públicos y la treintena de centros específicos que hay en la Comunidad Valenciana.

"Somos el bedel o la cocinera. Sin carrera profesional, ni complementos"

"El modelo de escuela inclusiva y la atención diferenciada e integral" nació en 1959 con la Declaración Universal de los Derechos de los Niños aprobada por la ONU para asegurarse de que "el niño mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social recibirá el tratamiento, la educación y cuidados especiales que requiera". El reconocimiento de este "derecho universal" se incorporó al manual de la educación valenciano en 1998. Pero en forma de "decreto", lo que dejó cojo el marco laboral de estos nuevos profesionales que realizan una "tarea educativa junto a maestros y equipos directivos".

En situación similar se encuentran también los enfermeros escolares. Otra figura de nuevo cuño, necesaria para "tratar los problemas neurológicos o respiratorios que padecen muchos niños", que compatibilizan su trabajo en ambulatorios con las necesidades en las aulas. Ni la Ley de Salud Escolar del Gobierno Valenciano de 1994 ni el programa electoral del PP 2007 con el que Francisco Camps revalidó su mayoría absoluta al frente han contribuido a cerrar el traspaso de estas tres "nuevas figuras profesionales" que cabalgan "a caballo de tres consejerías Educación, Sanidad y Función Pública". Y dependen, finalmente de Hacienda, que es la que autoriza el presupesto de cada plaza nueva que necesite el sistema educativo y financia las sustituciones por bajas.

El caso valenciano es prácticamente único entre todas las autonomías. La Generalitat valenciana, con competencias transferidas hace 25 años, es de las pocas que "aún no ha articulado y regulado un marco legal para la Educación Especial", denuncia una educadora de otro centro de Valencia.

Más allá de las negociaciones que comienzan el día 20, con la primera mesa técnica de Educación prevista para discutir el borrador del nuevo decreto, "la Administración valenciana sigue sin contemplar el prometido traspado de este personal funcionario de la Consejería de Administraciones Públicas que trabaja al dictado de la Consejería de Educación porque atiende directamente en centros educativos". Pero, no participa de los concursos de traslados, cobra los niveles más bajos y se le trata como si fuera personal administrativo o de servicios. "Jurídicamente somos como el bedel o la cocinaera. No tenemos ni complementos autonómicos, ni desarrollo de una carrera profesional en el ámbito educativo. Yo soy funcionario desde hace 21 años y no he podido ni participar en concurso de traslados, ni tengo un horizonte de promoción profesional, ni de nada".

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Mientras tanto, los centros educativos de Sagunto, Alfafar, Sueca, Cheste o Valencia siguen esperando los 70 educadores y fisioterapeutas autorizados por Educación en junio de 2006. En el CP Prácticas de Magisterio, por ejemplo, "el inspector promete que el próximo curso, en septiembre ya habrá educador", confirma un padre. Pero, mientras tanto, durante todo este curso "el niño con insuficiencia renal crónica, que necesita un educador; o los menores con deficiencias motoras que requieren de un acompañante para sus movimientos se las arreglan como pueden con la colaboración de los maestros y padres".

Peticiones de los nuevos profesionales

- Reconocimiento del carácter educativo de su labor: Los fisioterapeutas y educadores trabajan en colegios e institutos ordinarios y participan de la coordinación pedagógica con los equipos directivos y los maestros o tutores, sin que se les reconozca la carga educativa de su labor.

- Homologación retributiva con el sector docente: Jurídicamente son funcionarios de la Consejería de Administración Pública valenciana. Tienen una categoría profesional C o B y cobran los niveles salariales más bajos. No tienen promoción de carrera en el sector educativo, ni participan de los concursos de traslados. Pero su defición de tareas en los centros educativos especiales y ordinarios los regula por decreto de 1998 la Consejería de Educación.

- Revisión normativa de la Educación Especial: Fisioterapeutas, educadores y enfermeros que trabajan en centros educativos reclaman una ley valenciana de la educación especial que planifique todo el sector, pendiente desde 1998.

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