Corbera y Llaurí se oponen al nuevo trazado de alta tensión
Los Ayuntamientos de Corbera y Llaurí presentarán alegaciones contra el trazado de línea eléctrica de alta tensión que unirá las subestaciones de Benicull de Xúquer y el Brosquil, en Cullera. Ambos Consistorios recogen también las reclamaciones de propietarios afectados y de vecinos. El proyecto afecta a un centenar de pequeñas propiedades agrícolas.
Juan-Carlos Ribes, teniente de alcalde por la agrupación Gent de Llaurí, entiende que el nuevo trazado propuesto constituye un "flagrante agravio comparativo" por cuanto los tres primeros kilómetros, en Benicull, y los seis últimos, en Cullera, se enterrarán. Los 8,5 restantes, que coinciden con las poblaciones de Corbera y Llaurí, serán aéreos y discurrirán paralelamente a la autopista AP-7. En ambas poblaciones alegan que el tendido de 220 kilovatios, soportado por 21 torres, provocará un irremediable impacto paisajístico. Además, recuerdan la cercanía del LIC de la Serra de Corbera y de los parajes naturales municipales de Les Fontanelles, en Corbera, y La Muntanya de Llaurí; y, entre otros detalles más, se trata de una zona de paso de aves en peligro de extinción que viven en el monte y cazan en los arrozales.
El proyecto ya recibió en 2009 un informe desfavorable de la Consejería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, porque la línea discurría por el espacio catalogado de La Marjal i Estany de la Ribera del Xúquer. Leopoldo Hernán (PP), alcalde de Corbera, mantiene su oferta de los caminos agrícolas para que el tendido sea enterrado en su totalidad.