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Costas pone fin a la ocupación ilegal de la isla de Benidorm

La Dirección General de Costas culminará el próximo año su intervención sobre la Isla de Benidorm para su restauración medioambiental e incorporación al Parque Natural de Serra Gelada, del que forma parte, según confirmó el jefe provincial del departamento, Vicente Martínez. Por un lado, pretende demoler la construcción que alberga un restaurante sin autorización, y por otro invertirá 135.000 euros en la reforma de la senda que atraviesa la roca y construirá un mirador en la cima. La isla es una Zona de Especial Protección, con presencia de especies como el cormorán moñudo y la gaviota audouin. Los ecologistas consideran que el excesivo tráfico de personas daña el ecosistema.

Un empresario local, José Cervera Rodríguez, explota desde 1968 un restaurante en la zona, al que lleva a los turistas desde el puerto de Benidorm a través del servicio de excursiones marítimas, con una firma también de su propiedad. La parte más farragosa de la tramitación para poder derribar el restaurante se desarrolló hace casi tres años, en octubre de 2005. El entonces director general de Costas, José Fernández Pérez, aprobó un nuevo deslinde y ordenó al Servicio de Costas de Alicante que rectificara "las situaciones jurídicas registrales contradictorias", según la orden ministerial, es decir, el derribo, que no llegó a realizarse en aquel momento debido a la polémica que suscitó la iniciativa. La inclusión de la isla en el dominio público provocó automáticamente la declaración de posesión y titularidad a favor del Estado de toda la finca, lo que negaba sistemáticamente el Consistorio, con mayoría del PP. Para Cervera, que desconocía la intención de Costas, "la cuestión quedó zanjada con un acuerdo entre todas las partes". El empresario alega que él paga un canon anual al Ayuntamiento por utilizar las instalaciones y dispone de todas las licencias, algo de lo que ni en Aperturas ni en Secretaría tienen constancia.

La gota que ha colmado el vaso para que Costas lleve a cabo la actuación ha sido la colocación de una plataforma de 50 metros cuadrados amarrada junto al embarcadero. La instalación flotante carece de permisos. Cervera alega que le ha autorizado el Ayuntamiento, lo que han negado a este periódico varias fuentes municipales. El empresario Cervera dice que el único fin de la plataforma es "facilitar el baño" a los turistas, debido al difícil acceso al agua desde las rocas.

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