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Columna
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Cuestión de responsabilidad

El País Valenciano se sitúa entre las comunidades autónomas con mayor tasa de paro, temporalidad, economía sumergida y fracaso escolar. A la vez, es una de las autonomías con menor gasto sanitario per cápita, desarrollo de la atención a la dependencia, nivel de inversión en I+D+i y nivel salarial (solo por delante de Extremadura y Canarias), lo que repercute en pensiones más bajas o menor cobertura en términos de desempleo. Estamos entre las comunidades autónomas que más empleo han destruido en esta crisis, con una pérdida, en los dos últimos años, de uno de cada cuatro empleos en el sector industrial y uno de cada dos empleos en el sector de la construcción. Esta es, a grandes rasgos, nuestra realidad social y laboral.

Las razones por las que la crisis, como muestran los datos, nos ha afectado con mayor virulencia debemos buscarlas en el propio patrón de crecimiento que ha tenido nuestra economía en los últimos 15 años. Un modelo de crecimiento, impulsado por la política económica del Consell, que ha consistido, básicamente, en canalizar una parte importante de los recursos públicos y privados hacia el fortalecimiento del binomio turismo-construcción mientras se debilitaban el resto de sectores, sobre todo la industria. De hecho, el sector industrial valenciano presentaba síntomas inequívocos de deterioro mucho antes del inicio de esta crisis, como ya denunció CC OO PV.

Durante una década, esta política priorizó el componente especulativo frente al productivo. Los excesos presupuestarios en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en Terra Mítica, la Copa del América, la fórmula 1, la visita del Papa o el aeropuerto de Castellón, son algunos ejemplos de una política que ha conllevado, entre otras cosas, el deterioro de nuestras entidades financieras y el desequilibrio presupuestario de la Generalitat valenciana, una de las autonomías más endeudadas del Estado.

Culpabilizar de nuestros males a otros, como ha hecho en los últimos años el Consell, es no solo un ejercicio de irresponsabilidad sino un error estratégico. Huir de la responsabilidad de las propias políticas y no reconocer los efectos que provocan conlleva la negación de la necesidad de cambio de las mismas. Un cambio que es, sin lugar a dudas, condición necesaria para la construcción de un modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible social, medioambiental y económicamente.

Es urgente reconducir las políticas públicas de la Generalitat hacia un objetivo prioritario: la creación de empleo de calidad, acabando con las principales lacras de nuestra sociedad como son el paro, la precariedad laboral y la economía sumergida. El sector público debe liderar un modelo de crecimiento que apueste por la inversión productiva y penalice la especulación, que haga de la sostenibilidad medioambiental un factor de progreso social y económico y que conlleve un desarrollo de nuestro Estado del bienestar que asegure el máximo nivel de cohesión social.

Estos son los ejes que CC OO PV considera necesarios para salir de esta crisis de forma justa y sostenible y que reivindicará durante este Primero de Mayo.

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Paco Molina es secretario general de Comisiones Obreras del País Valenciano.

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