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Reportaje:

Demasiada contaminación en el aire

Medio Ambiente prepara planes de mejora en zonas industriales y ciudades

Sara Velert

No hay gran ciudad o área industrial valenciana que no supere a lo largo del año alguno de los límites de contaminación atmosférica fijados en la ley para la protección de la salud. Los informes anuales de la Consejería de Agua y Medio Ambiente sobre las mediciones de la red autonómica de vigilancia así lo constatan. La zona azulejera de Castellón y otras áreas industriales, y las aglomeraciones urbanas de las ciudades registran índices de polución nocivos que obligan a la Generalitat a actuar para reducir la carga contaminante. Los umbrales máximos establecidos por la Unión Europea para 2010 se endurecen año a año, y para cumplir las directivas no es posible esperar más.

Según la consejería, la situación "no es ni mucho menos alarmante", entre otras razones porque la Comunidad Valenciana, frente a otras zonas de España, se beneficia de un régimen de vientos que barre en parte la contaminación, ventila el entorno. Pero no es suficiente, y Medio Ambiente redacta ya planes de mejora de la calidad del aire para las zonas donde la polución castiga más los pulmones.

Los límites se superan en el área azulejera y Sant Vicent del Raspeig
Valencia, Castellón y Alicante deberán reordenar el tráfico para bajar polución

El primero de ellos está centrado en el área de las empresas azulejeras de Castellón. Las medidas introducidas a raíz de la movilización ciudadana de 2002 por los altos niveles de contaminación se han traducido en una mejora de la calidad del aire, pero la concentración de partículas microscópicas en suspensión (Pm10) que atacan el sistema respiratorio sigue superando los niveles permitidos. La evaluación de las mediciones del aire de 2006 -la del año pasado está en redacción- concluye que en el entorno de L'Alcora se incumplieron los valores límite diarios de 50 microgramos por metro cúbico, que solo pueden sobrepasarse en 35 ocasiones por año, cuando lo hicieron en 41. El valor anual, sin embargo, cumplió la normativa. El plan para frenar la polución que generan el tráfico y la actividad industrial saldrá a información pública en breve y prevé límites más estrictos en las emisiones de las chimeneas de las fábricas, más sistemas de control y alerta en las industrias y más limpieza viaria para reducir el polvo que dispersa en el aire el movimiento de camiones con arcillas.

En los próximos meses, Medio Ambiente también impulsará un plan de calidad del aire en el área industrial de Sant Vicent del Raspeig y Agost, donde la acumulación de fábricas de cemento, ladrillos y tejas dispara la contaminación por partículas en suspensión. Sant Vicent superó en 2006 tanto el límite diario como el anual de partículas Pm10. Y también excedió el umbral diario durante el año pasado.

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Como el resto de grandes ciudades españolas y sus aglomeraciones, Valencia, Alicante y Castellón exceden los topes legales de polución, especialmente de dióxido de nitrógeno (NO2), asociado al tráfico de vehículos y que daña los pulmones y agrava enfermedades respiratorias. Valencia se saltó los límites anuales en 2005 y en 2006 en cuatro de sus cinco estaciones de medición, y el año pasado lo hizo en dos y rozó el máximo en otra -la de la pista de Silla alcanzó un valor promedio de 56 microgramos por metro cúbico frente al límite de 46, y la de la calle de Linares llegó a 64-. La ciudad no superó los máximos en partículas Pm10, principalmente porque los datos medidos fueron insuficientes.

En Alicante, la calidad del aire empeoró de 2005 a 2006, cuando se superaron los máximos de Pm10 diarios y se bordeó el tope anual. En cambio, los datos del año pasado que aún evalúa la consejería revelan una disminución de los dos tóxicos principales -Pm10 y NO2- en la ciudad. Castellón, además de su propio tráfico, acusa la influencia del entorno azulejero, por lo que registra índices superiores a los permitidos en partículas en suspensión. Elche aún disfruta de un aire más saludable que las capitales de provincia, aunque el año pasado superó el máximo de partículas, posiblemente porque la estación de medición se vio afectada por unas obras.

La reducción de la contaminación en las ciudades está estrechamente ligada a la densidad del tráfico, lo que "complica" posibles soluciones. Cualquier disminución de la polución pasa por planes de movilidad que saquen coches de las ciudades y reestructuren el tráfico, lo que exige el consenso y la coordinación de numerosos Ayuntamientos. Vale la pena, como muestra, el ejemplo de Sagunto, donde la conversión de la autopista en vía de circunvalación entre Almenara y Puçol bajó un 30% los contaminantes, recuerda la consejería.

Valencia medirá junto al Puerto

Valencia tiene cinco estaciones de medición de la contaminación atmosférica que forman parte de la red autonómica, de una cincuentena de aparatos. La ciudad, además, tiene un sexto medidor que está desmantelado. Se ubicó en un principio en Natzaret, pero unas obras de urbanización acabaron con la estación en un almacén. Este año, el Ayuntamiento prevé ubicarla de nuevo en el entorno del puerto para evaluar mejor la incidencia de la actividad portuaria en el aire. La Autoridad Portuaria también medirá en sus instalaciones el impacto del polvo en suspensión de los materiales a granel para cotejar los resultados.

Según explican fuentes del Laboratorio Municipal, el crecimiento de la ciudad exige, además, un análisis de la ubicación actual de las estaciones para comprobar si los datos que suministran son aún representativos, o cabe recolocar alguna en las zonas de expansión de Valencia.

Hasta ahora, solo una de las estaciones ha fijado el nivel de partículas Pm10 dañinas para la salud, como ha denunciado el Grupo Socialista. El aparato está situado en el Jardín de Viveros, lo que reduce el impacto del tráfico en los resultados. El laboratorio defiende que la ciudad necesita una estación de fondo, que muestre comparativamente los valores de una zona menos castigada por la contaminación. Medio Ambiente colocó en Viveros el medidor de micropartículas y ha instalado otro en la avenida de Aragón que comenzó a recoger datos en pruebas en septiembre.

El gobierno del PP asegura que en 2007 se redujo la contaminación por dióxido de nitrógeno de forma clara en tres estaciones. No obstante, tramita una consultoría para diagnosticar la calidad del aire y elaborar un plan de actuación.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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