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Educación deriva sus planes plurilingües a una fundación

Funcae ingresa 800.000 euros y opera en pueblos menores de 11.000 habitantes

Otra fundación, la Fundació de la Comunitat Valenciana per a la Qualitat de l'Educació (Funcae), en colaboración con la Dirección General de Evaluación, Innovación Educativa y Formación Profesional, es la encargada de diseñar otro plan para enseñar inglés -en concreto, el recientemente anunciado Saturdays in English- que se pone en marcha de "forma experimental" en el primer trimestre de este curso escolar para alumnos de 2º de ESO con una "cualificación media de excelente" y para "localidades con una población de entre 5.000 y 11.000 habitantes". La misma fundación ya fue la encargada de realizar parte de los materiales del programa de inglés para alumnos de primaria Danny and Dady, anunciado el curso pasado, al que la consejería destinará en 2009 un total de 1,5 millones de euros. Aunque, Danny & Dady se trata también de una marca que, según la contabilidad de Funcae, opera a su vez como una Sociedad Limitada, y ya recibió de esta fundación 185.600 euros en 2007.

Fernando León, un ex asesor de la Administración educativa, es el gerente de esta fundación satélite de la Consejería de Educación cuyo patronato está presidido por el propio consejero Alejandro Font de Mora, y se completa con el equipo directivo de la consejería, en el figuran la directora del Instituto Valenciano de Evaluación y Calidad Educativa (Ivece), Auxiliadora Hernández; la secretaria autonómica Concha Gómez y su secretaria, y el director general de Ordenación y Centros, Francisco Baila, y el presidente del Consejo Escolar Valenciano, Pedro Ortega.

Esta fundación gestionó en 2007, su primer ejercicio de funcionamiento, 783.836 euros, de los cuales 157.190, según las cuentas de liquidación del presupuesto de la Funcae, fueron por aumento de deudas. El resto, 595.400 euros procede de la subvención anual de la Generalitat.

Según Inma Sánchez, la secretaria de Acción Sindical de enseñanza de CC OO, esta fundación "opera como una pantalla de la consejería. No se entiende porque la consejería desvía la gestión de estos programas a una sociedad constituida en forma de fundación, cuando este régimen jurídico es para captar fondos, no para desviar subvenciones".

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