Educación reubicará en otro IES al alumno expulsado por agresiones

Dos agentes de la Policía Local vigilaban antes de las ocho de la mañana el acceso del IES Castalla. Poco a poco fueron llegando decenas de alumnos. Todo transcurrió con normalidad y sin incidentes. Los docentes se sienten "indefensos" ante un alumno de un programa de cualificación profesional, expulsado del centro definitivamente por sus reiteradas faltas de respeto, insultos, amenazas, agresiones verbales e incluso físicas a profesores. La semana pasada el alumno, de 17 años, agredió físicamente a un profesor, y el día anterior su padre coaccionó verbalmente a una profesora embarazada que tuvo que adelantar su baja a raíz de este incidente.

Sin embargo, los padres han estado haciendo caso omiso a las expulsiones y quieren que su hijo regrese a este instituto público. Educación tiene previsto reubicar, a partir de mañana, al estudiante en otro centro de fuera de Castalla. La Consejería lamentó la actitud de los padres porque "no colaboran, se les ofrecen alternativas y se cierran en banda, y la rechazan".

El alcalde lamenta la exageración de algo que "se arregla en los despachos"

"Es muy fuerte que la madre sea maestra, yo no le dejaría a mi hijo"

A las ocho y cuarto de la mañana de ayer el adolescente intentó volver. Se personó en la puerta del centro junto con su madre, que es maestra en otro colegio. Un conserje les abrió y ella pidió la presencia de policía: "Mi hijo quiere entrar". Y el conserje le recordó que estaba expulsado. "Pues si no entra él, yo tampoco, esto es inaudito, una vergüenza", dijo, y se fueron los dos. "Ya iremos al periódico y contaremos lo que está pasando", anunció la madre.

En el vestíbulo del instituto una pancarta reza: "Estem amenaçats i en perill. L'Administració no ens protegeix i ens dóna llargues. Y es que según el manifiesto de los profesores, refrendado por la AMPA (Asociación de Madres y Padres), tras la apertura de al menos tres expedientes sancionadores por su actitud violenta, "no se han cumplido las medidas cautelares de no asistencia al centro". Por ello, los docentes exigen que "se revisen los procedimientos legales" para que se cumplan las sanciones establecidas y recriminan "la falta de implicación y propuesta de soluciones efectivas" por parte de la Consejería de Educación, el Ayuntamiento y la Asociación de directores ADIES. Ayer los profesores, el director del centro, Juan Antonio Olmedo y el equipo directivo evitaron hacer más declaraciones públicas.

El alumno, que ya fue expulsado el curso pasado del centro de religiosas María Asunta, recaló en septiembre en el IES Castalla, donde se matriculó en un programa especial de cualificación profesional con 17 compañeros. Los problemas de convivencia llegaron en Navidad. "En diciembre pasado se pusieron en contacto con nosotros para explicarnos la situación", admitió ayer el alcalde José Luis Prats, del PP, que recordó que el Ayuntamiento carece de competencia en materia educativa en esas edades, ya que ésta corresponde a la Generalitat. Prats lamentó que el problema se haya "exagerado tanto". "Por un caso aislado y problemático no se debe paralizar la actividad de todo un instituto, ha sido excesivo, esas cosas se deben solucionar en los despachos y no en la calle", dijo.

Bien distinta es la opinión de algunas madres y vecinos del pueblo, que muestran su apoyo a los docentes y al resto de alumnos. "Es muy fuerte, y sobre todo que su madre sea maestra de escuela, yo no dejaría que educara a mi hijo", comentan en una cafetería Marisol y Rosa. Otra madre, Toya Bernabé, lamenta que "la consejería se lave las manos y el alcalde diga que son excesivas las medidas adoptadas, algo había que hacer ante tanta agresividad".