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De España dice que el cohecho que se imputa a Camps es "agradecimiento"

El ex presidente de las Cortes Valencianas y senador territorial Julio de España, del PP, comparó ayer en la Cámara autonómica al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, con uno de aquellos añejos guardias urbanos que regulaban el tráfico rodeados de regalos depositados por anónimos ciudadanos en las fechas navideñas. De España, que intervino en las comparecencias de senadores territoriales, trató de matar de aburrimiento a los diputados explicando sus mociones a favor de la industria del juguete y del helado artesano, así como todas y cada una de las 123 preguntas por escrito que ha formulado en el Senado.

El presidente de la Comisión de Coordinación, Organización y Régimen de las Instituciones, el también popular Rafael Maluenda, le sugirió, cuando llevaba casi una hora de intervención, que "esquematizara". De España abrevió, lo que permitió que los diputados de la oposición Mònica Oltra, de Compromís, y Manuel Mata, del PSPV-PSOE, le apuraran con algunas reflexiones y preguntas sobre los obstáculos que el PP pone al control del Consell y sobre los casos de corrupción. En su primera réplica, De España se puso paternalista, habló de la escasa autocrítica de los políticos, lamentó que a menudo estén más preocupados por "destruir al adversario" y criticó que se "judicialice" la política.

En el segundo turno, sin embargo, Oltra le recriminó que dos fallos del Tribunal Constitucional han establecido que vulneró los derechos fundamentales de la oposición cuando era presidente de las Cortes. Y Mata le señaló que, cuando no se asumen responsabilidades políticas, como ocurre con Camps y los dirigentes del PP implicados en casos de corrupción, son los jueces, los fiscales y la policía los que acaban interviniendo.

De España, visiblemente irritado, entró al trapo y denunció el "acoso constante y desmedido" a Camps, imputado por recibir trajes regalados por la trama de corrupción del caso Gürtel. "Hay una cosa que se llama agradecimiento", dijo De España, "y el agradecimiento ha creado una tradición". El senador añadió que cada vez que entra en casa de personas que han ocupado cargos iunstitucionales comprueba que "no hay jamones porque se los habrán comido, pero botellas de vino aún quedan". Fue ese el momento en que Julio de España comparó a Camps con un urbano.

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