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El Estado costea hasta un centenar de reformas y obras escolares

Los alcaldes piden 29 millones para sortear la burocracia autonómica

La reforma de un gimnasio, la adecuación de un despacho y el pintado de parte de una fachada del colegio público de Ondara; el acondicionamiento de pistas deportivas y la ampliación del patio en varios colegios de la ciudad de Alicante; la creación de un comedor escolar en un colegio de Benlloch o el vallado y la reforma del recreo del colegio público Ausiàs March de Alzira.

Todas son obras menores, pero necesarias para el buen funcionamiento de la red educativa pública. Y los Ayuntamientos han decidido sufragarlas con el Fondo de Inversión Local que el Gobierno socialista puso en marcha en 2008. Más conocido como Plan E de Zapatero, el fondo se ha convertido en el trampolín para sortear la burocracia y la lentitud de la Administración autonómica para resolver este tipo de equipamientos escolares.

Del fondo estatal se construyen 18 escuelas infantiles con cargo a 2009

Pero el Plan E también ha sido el puente para sacar adelante la paralizada red de escuelas infantiles que la Consejería de Educación -dentro del convenio también gubernamental conocido como Plan Educa 3 para hacer plazas públicas de infantil- no sacó a concurso hasta el pasado 7 de julio, pese a que desde diciembre de 2008 contaba con 11,3 millones estatales para ello.

La orden valenciana limitó tanto el acceso de los Ayuntamientos -exigiendo el visado y la adjudicación de obras antes del 30 de julio- que los alcaldes de medio centenar de poblaciones de todos los tamaños y signos políticos han recurrido al plan de Zapatero para ampliar el parque de plazas públicas para menores de 3 años. Un nivel educativo precario que hace que la Comunidad Valenciana ocupe el puesto 14 por tasa de escolarización. Antes de final de año, el Ministerio de Hacienda ha autorizado ya un centenar de obras escolares por 29 millones a los ayuntamientos valencianos.El Fondo de Inversión Local del Gobierno de España nació con vocación de generar empleo y, en paralelo, aligerar la factura municipal para la modernización del alumbrado, la pavimentación y saneamiento de los barrios, la renovación de aceras y calzadas, el ajardinamiento, la eliminación de barreras arquitectónicas (que por ley debe estar listo en todos los edificios y lugares públicos en enero de 2010) y así un largo etcétera.

No obstante, la falta de liquidez de la Generalitat y la deuda con los ayuntamientos acumulada desde que Francisco Camps llegó al Ejecutivo autonómico en 2003 ha dado un giro al fondo. A ello han contribuido también el repunte demográfico y la llegada de más inmigrantes en edad de escolarización, que han aumentado la presión sobre el sistema educativo valenciano.

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Con todo, la Consejería de Educación difundió ayer el que posiblemente sea el balance más eufórico de la historia de este organismo, en el que subraya el "tremendo esfuerzo inversor" de la Generalitat en materia educativa que ha supuesto la creación de 343 centros escolares y una inversión de 1.900 millones. El consejero Alejandro Font de Mora puntualiza que el programa de construcciones escolares Crea Escola funciona a un ritmo de 50 colegios nuevos por año.

Pero el consejero olvidó que el plan de reformas menores Millor Escola se ha dejado en el camino más de un centenar de centros que requieren pequeñas adecuaciones, obras, ampliaciones de vestuarios, gimnasios, aulas polivalentes -sobre todo en las grandes capitales con colegios con décadas de antigüedad como Valencia- a los que no llega presupuesto autonómico ni municipal.

En Valencia capital, de 88 colegios públicos, al menos 22 necesitan este tipo de reformas, como es el caso del colegio público Primer Marqués del Turia, cuya fachada y patio se pagarán del fondo estatal. Este es el caso también de los colegios municipales de Pinedo, el del barrio de Benimaclet, el CP Fernando de los Ríos o el CP Santiago Grisolía.

La alcaldesa del PP, Rita Barberá -que desde que llegó al Ayuntamiento de Valencia no ha construido ninguna escuela infantil- se beneficiará también de que el Ministerio de Hacienda le autorice la financiación de la construcción de guarderías.

De este fondo, no del Plan Confianza de Francisco Camps, se construirán en total 18 guarderías públicas con cargo al ejercicio de 2009, de las cuales cuatro son para Valencia.

En este contexto, la responsable de Educación del PSPV-PSOE, Pilar Sarrión denunció ayer que "el Consell está arruinado y no ha aportado el 50% de los fondos a los que se comprometió con la firma del convenio con el Gobierno de España para la construcción de una red pública de escuelas infantiles de 0 a 3 años".

Sarrión criticó que con este modelo de gestión "Camps sólo contribuye a perjudicar a todos los ayuntamientos con escuelas municipales infantiles".

Sarrión también recordó el incumplimiento de la Generalitat no sólo con los planes estatales como el citado Plan Educa 3 o el desechado plan estatal Escuela 2.0 para digitalizar las aulas, sino con sus propios planes autonómicos. "El Consell ha faltado a su palabra no cumpliendo con los compromisos de escolarización del plan valenciano de fomento al empleo Pavace".

"El Consell sufre una parálisis sin precedentes", añadió. "Los valencianos necesitan un Gobierno que mire por sus necesidades y no uno que sólo se preocupe de salir airoso de su profunda implicación en trama Gürtel".

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