¿Existe una burbuja turística?
Los hosteleros señalan que el 70% de los visitantes de este año son "prestados"
Las estadísticas son muy sufridas. Prueban, entre otras cosas, que con los pies en una nevera y la cabeza en un horno, un ciudadano se encuentra a la temperatura ideal. Los datos de ocupación hotelera, el número de pernoctaciones, arrojan unos saldos muy interesantes a finales del verano. Las turbulencias políticas en todo el Norte de África, competencia directa de los destinos turísticos españoles, han disparado las visitas de turistas extranjeros a la Comunidad Valenciana. "Un 70% de los visitantes extranjeros que hemos recibido este verano vienen prestados por nuestros competidores del Norte de África", aseguró ayer Manuel Espinar, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), citando datos de Exceltur, un grupo de grandes hoteles que promueve la excelencia en el sector.
La facturación de bares y restaurantes en Benidorm es la misma que en 2010
Así las cosas, durante el verano, la mitad de los visitantes de la Comunidad Valenciana han sido extranjeros, una proporción superior a la habitual. "Los extranjeros vienen en paquetes turísticos y se quedan en el hotel de destino con todos los gastos incluidos", comentó Espinar, "los negocios de hostelería los sostienen los visitantes nacionales, que han reducido muchísimo su peso relativo y que han gastado mucho menos que en años anteriores".
La facturación de los diversos subsectores del ramo de hostelería no ha mejorado respecto al año pasado. Al contrario. Pero el aluvión de datos a la baja contrasta con el crecimiento constante de la oferta hostelera. Espinar alertó sobre los riesgos de alentar una "burbuja turística" a base de celebrar sin matices el alza de las pernoctaciones. Los hosteleros constatan que después de cuatro años consecutivos de crisis y de pérdida de rentabilidad no ha dejado de crecer la oferta. Cada día hay más bares y restaurantes.
Los datos recabados por media docena de patronales del sector y relativos a toda la Comunidad Valenciana, son muy ilustrativos. Los españoles representaban la mitad de la clientela de los restaurantes de la provincia de Valencia hace apenas dos años. Al final del verano, eran apenas un tercio del total.
La provincia de Alicante ha sido la primera beneficiaria de las visitas de extranjeros por su especialización. Aún así, la facturación de los bares y restaurantes en Alicante ha caído tres décimas con respecto al verano anterior. Más aún, la facturación en la ciudad de Benidorm, la capital turística de la Comunidad Valenciana y volcada al turismo internacional, ha permanecido estancada con respecto al verano pasado con una caída de una décima. En Valencia y Castellón, las caídas de facturación oscilan entre el 3% y el 5% en bares y restaurantes.
La oferta turística de interior, que conjuga el turismo activo, la restauración y las casas rurales, ha sufrido la caída más dramática entre todos los subsectores puesto que está dirigida esencialmente a los visitantes nacionales. La facturación cayó cerca de un 20% en la provincia de Valencia y hasta un 7% en Alicante.
La noche también sufre la crisis. Los datos recabados por los representantes de los pubs y discotecas de toda la Comunidad Valenciana arrojan una caída de las ventas superior al 16% con relación al verano anterior. Gemma Piqué, de la asociación de bares y cafeterías, explicó que eventos como el FIB y el Rototom, en Benicàssim, o el festival Electro Beach, en Benidorm, han animado mucho el consumo nocturno en las poblaciones afectadas, pero apenas durante unos días y de forma muy localizada.
