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Fabra admite que el programa del PP no menciona el trasvase del Ebro

La oposición arremete contra la debilidad de los populares valencianos

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, admitió ayer que el programa electoral de Mariano Rajoy no hablará explícitamente del trasvase del Ebro, ni de la sostenibilidad del trasvase Tajo-Segura. "Hablará de cuencas deficitarias y excedentarias", señaló Fabra durante un almuerzo con militantes del PP en el Rincón de Ademuz, "del agua nos acordamos todos los días porque somos un partido responsable y solidario y entendemos que el agua que sobra tiene que ir adonde falte".

La ausencia de menciones concretas a los trasvases que reclama el PP valenciano, desde hace años, en el programa de Mariano Rajoy se suma a la decisión de la presidenta manchega y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de reabrir las hostilidades contra la continuidad del trasvase Tajo-Segura por la vía judicial.

La iniciativa de Blasco en el grupo genera malestar en el Consell
El presidente dice que habla de "cuencas deficitarias y excedentarias"
PSOE y EU afirman que el PP ha puesto contra las cuerdas al jefe del Consell

La candidata socialista por Valencia, Inmaculada Rodríguez-Piñero, criticó ayer a los populares y aseguró que el propio Gobierno de la Generalitat "no aprobaría el programa electoral del PP". "Únicamente reclaman el agua para todos cuando gobierna el PSOE en Aragón", indicó la socialista. Por su parte, la portavoz adjunta del Grupo Socialista en las Cortes Carmen Ninet aseguró que "Fabra continúa rendido y debilitado ante la presidenta de Castilla-La Mancha y no sabe qué posición adoptar ante las graves afrentas de su partido a los regantes y a los ciudadanos".

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El candidato de Esquerra Unida por Valencia al Congreso de los Diputados, Ricardo Sixto, indicó que "las actuaciones de Cospedal, pidiendo la suspensión del último envío de agua a Alicante y Murcia, y la decisión de Rajoy, de eliminar el trasvase del Ebro del programa electoral del PP, son la evidencia del electoralismo y la hipocresía que ha caracterizado la política hídrica del PP, que va dando bandazos según le interesa".

"Al PP valenciano se le acaba el discurso victimista y ahora está entre las cuerdas por la actuación de Cospedal y Rajoy", manifestó Sixto.

El secretario general del PP, Antonio Clemente, salió ayer al paso de las críticas de la oposición. Clemente acusó a los socialistas de ser los menos indicados para criticar la política hídrica del PP porque fue el Gobierno socialista el que derogó el trasvase del Ebro y el que llegó a votar a favor de la derogación del trasvase Tajo-Segura en la comisión constitucional del Congreso de los Diputados.

"El compromiso del PP con el agua", indicó el dirigente popular, "es el mismo que el de siempre, que es trasvasar agua desde las cuencas excedentarias a las deficitarias cuando la cuenca cedente tenga cubiertas ya sus necesidades hídricas, a la vez que recuperar el consenso nacional en materia hídrica y terminar con los enfrentamientos territoriales que generó el PSOE con su decisión unilateral de eliminar el Plan Hidrológico Nacional".

El programa electoral del PP fue aprobado ayer por parte de la dirección nacional del partido, pero no se conocerá en su integridad hasta hoy. El PP ha difundido hasta ahora un extracto de los 100 principales puntos en los que no hay ninguno referido a las políticas hídricas y solo dos puntos que atañen a las infraestructuras. En estos dos puntos se aboga por la eliminación de los puntos negros en las carreteras y la conexión de los puertos de interés general con los corredores ferroviarios de mercancías, así como la promoción del desarrollo de la red del AVE.

Fuentes del equipo del coordinador del programa electoral del PP valenciano, Rafael Blasco, indicaron que del centenar de puntos, un total de 43 han sido propuestos desde la Comunidad Valenciana.

Del 'Invictus' a la 'Sopa de ganso'

El portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco, proyectó ayer a los diputados de su grupo la película Sopa de ganso de los hermanos Marx.

La iniciativa sorprendió a los parlamentarios, que esperaban la proyección de un power point sobre el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat para 2012, razón por la que habían sido concentrados en un hotel de Valencia en una jornada de trabajo que les privó del puente festivo.

El visionado de la película tuvo lugar en la sobremesa, después de una comida en la que intervino Blasco y el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Una alocución en la que el jefe del Consell hizo notar a su grupo parlamentario que las cuentas de 2012 "son las más importantes de la historia de la Comunidad Valenciana por el trabajo y el esfuerzo que ha supuesto su elaboración, teniendo en cuenta la difícil coyuntura económica y la incógnita de los presupuestos generales del Estado, fruto de la dejación de funciones del Gobierno central".

Por esa razón, cuando se apagaron las luces y se inició la proyección de la película de los hermanos Marx, el malestar de varios miembros del Consell no se hizo esperar y abandonaron la sala tras darse cuenta de la situación. El primero de ellos fue el propio presidente de la Generalitat, que apenas aguantó dos minutos en su butaca.

Fuentes del Gobierno valenciano reconocieron su disgusto por lo que consideraron una chanza -la emisión de una película cómica- en una jornada dedicada a abordar la difícil situación presupuestaria.

El entorno de Blasco justificó la proyección del largometraje Sopa de ganso -en el que Groucho Marx interpreta al presidente de Libertonia, Rufus T. Firefly- porque se trataba de establecer un símil con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pocas horas antes, el propio Blasco había dicho que los presupuestos exigían "un plus de responsabilidad", pero la elección de la película acabó por crear confusión.

Este es el segundo largometraje que Rafael Blasco proyecta a los parlamentarios populares. El primero de ellos fue Invictus -dirigida por Clint Eastwood- en pleno escándalo del caso Gürtel. En aquella ocasión, la iniciativa de Blasco, que también causó estupor en varios de los diputados, tenía como objetivo hacer una llamada a la unidad del grupo parlamentario frente a los escándalos de corrupción.

Fuentes del PP explicaron que la iniciativa de Blasco puede acabar de tensionar la relación con el Consell que preside Fabra, a cuyas reuniones asiste como invitado. La vicepresidenta Paula Sánchez de León ya hizo una llamada de atención a Blasco para que dejase de interferir en las políticas del Consell y se limitase a dar el respaldo parlamentario.

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