_
_
_
_
_

La Filmoteca repasa el cine esencial desde sus orígenes

Los lirios rotos (1919), de David Wark Griffith; Nosferatu (1922), de Friedrich Wilhelm Murnau; El acorazado Potemkin (1925), de Sergei M. Eisenstein; M, el vampiro de Düsseldorf (1931), de Fritz Lang... La historia del cine con mayúsculas se nutre de grandes hitos, las catedrales de celuloide construidas por los creadores más geniales. Y la Filmoteca del Instituto Valenciano del Audiovisual y de la Cinematografía (IVAC) ha decidido iniciar hoy un ciclo prolongado que durará toda la temporada (y que seguramente tendrá continuidad el año próximo) para recorrer ese cine esencial, una suerte de historia del cine desde sus orígenes.

Y para abrir, todos los jueves se ofrecerá un programa con lo mejor de los fondos, aquello que han llamado Básicos filmoteca. En este trimestre, junto a las películas mencionadas se proyectarán cortometrajes de los hermanos Lumière y de Georges Méliès. También los hitos del surrealismo y el cine abstracto de principios de siglo. O El maquinista de la general, de Buster Keaton y Clyde Bruckman.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_