Formas de afrontar el puente

Tres semanas después de abrir las puertas, las aulas universitarias se quedan vacías. El primer puente del curso, coincidiendo con la celebración del 9 d'Octubre, ha alcanzado una proporción gigante en el caso de la Universitat de València, donde el miércoles, cuando se celebró el acto de apertura oficial del año académico, también se suspendió la actividad docente. Alumnos y profesores se despidieron el martes y no volverán a verse hasta el lunes. Para el Personal de Administración y Servicios (PAS), en cambio, hoy es un día laborable. Si quieren no acudir (legalmente) a trabajar deben pedirse el día para asuntos propios.

Su condición autónoma permite a las universidades organizar su calendario. Las respuestas ante el puente han sido, en consecuencia, diversas. La más habitual consiste en marcar el día en el calendario académico como "laborable no lectivo", una figura como mínimo paradójica.

La Universitat de València, en un intento por amortiguar la pérdida de horas de clase (que en los años en los que se acumulan varios puentes hacen aún más difícil dar todo el temario), ha recomendado al menos a las facultades que intenten colocar el día de su patrón (un festivo que en algunos centros se celebra el mismo día todos los años, y en otros es trasladable) hoy, el 23 de enero, o el 20 de marzo. Días todos ellos en los que la asistencia a clase (y en el caso de los profesores, al trabajo) no está garantizada. Las grandes facultades, como Derecho y Economía, han optado por celebrarlo hoy.

La Universidad Politécnica de Valencia, en cambio, no ha dado ninguna instrucción. El 10 de octubre está marcado en el calendario general como cualquier otro: laborable y lectivo. Otra cosa son los calendarios de los centros. La mayoría de ellos ha optado por declararlo día sin clase, con el añadido de que muchos de ellos celebran el patrón en un día concreto, lo que significará la pérdida de otro día de clase.

Las universidades de Alicante y Jaume I han optado por declararlo laborable no lectivo, al igual que la Miguel Hernández de Elche, aunque ésta ha tenido el detalle de hacerlo "en sustitución de la fiesta de bienvenida".

Algunos profesores atribuyen la situación a los alumnos. Consultados al respecto, dicen los docentes, los estudiantes responden que no van a acudir a clase. Al no haber docencia, los cerca de 8.000 profesores de las universidades públicas deberían dedicar la jornada a investigar. Una actividad que pueden realizar en casa.