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Reportaje:

Furió humaniza el mito de Jaume I

El historiador describe al monarca como "religioso pero muy realista"

Jaume I no era un precursor de las libertades democráticas ni un progresista, como lo pintó el homenaje que recibió por parte del Gobierno de la II República en 1938, al conmemorar el 700º aniversario de la conquista de Valencia. Ni el representante de los valores cristianos que expulsó a los musulmanes de Valencia, como lo reivindicó el franquismo solo un año después, en una segunda conmemoración del séptimo centenario de su gesta. Ni siquiera esa especie de héroe de cómic que él mismo se encargó de perpetuar en El llibre dels fets, la autobiografía que dictó en los últimos días de su existencia. Fue "uno de los grandes reyes del siglo XIII, un personaje que no era ni blanco ni negro, sino gris, con muchos matices". Quien así lo ve es Antoni Furió, catedrático de Historia Medieval en la Universitat de València y autor de El rei conqueridor, la biografía sobre el monarca que ha editado Bromera.

'El rei conqueridor' traza un retrato "crítico" de un rey controvertido

Con intención pedagógica, pero sin descuidar el rigor histórico, Furió traza en su libro un retrato "crítico" sobre un rey al que se le han dedicado "toneladas de obras". Pero, curiosamente, la mayoría de ellas están contadas desde el punto de vista cristiano, el que ofrecen los documentos de la época y la autobiografía del propio monarca. El rei conqueridor va más allá. Completa la información que proporciona la visión cristiana de su tiempo con los poemas árabes, con el punto de vista del derrotado. "La figura de Jaume I exige una visión crítica, que se atenga a las fuentes y que sepa interpretarlas a la luz de nuestros intereses actuales", apunta Furió, quien recuerda que, en la actualidad, hay una importante presencia de población musulmana en las tierras que conquistó Jaume I y que esa población "no puede conformarse con la imagen que se ha dado del rey en relación a los musulmanes".

Apreciado por valencianos y mallorquines, que lo consideran el "mito fundador", y criticado por catalanes y aragoneses, que le reprochan haber renunciado a las tierras occitanas y haber cerrado la salida al mar de Aragón, Jaume I es una figura controvertida, forjada entre la leyenda y la historia. Su extraordinaria longevidad (reinó durante 60 años en una época en la que la esperanza de vida superaba a duras penas los 30) y su aspecto físico (su estatura era muy superior a la de sus contemporáneos, era rubio y con una dentadura blanca como las perlas) han alimentado un mito que Furió se ha encargado de humanizar. Así, el historiador valenciano presenta al monarca como un hombre "muy religioso pero, a la vez, muy realista y práctico", que, por ejemplo, no exterminó a los musulmanes de Valencia porque "la riqueza no es solo la tierra, sino quienes la trabajan y a Valencia llegaron muy pocos colonos cristianos, lo que hizo necesario que los musulmanes se dedicaran al cultivo". Igualmente, Furió lo presenta como un hombre mujeriego y, probablemente, analfabeto, que vivió en un tiempo "de enfrentamiento entre culturas".

Editada para conmemorar el octavo centenario del nacimiento del monarca, que se celebra el 2 de febrero de 2008, El rei conqueridor sale al mercado con una tirada de 15.000 ejemplares, de los cuales 5.000 son en castellano y el resto en valenciano, y con una colección de ilustraciones que, como señala Joan Carles Girbés, director de publicaciones de Bromera, "ha recurrido a las fuentes originales y dentro de su contexto".

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