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La Generalitat se hace cargo de las nóminas de RTVV, Ciegsa y el Metro

La tesorería pagó en noviembre a los empleados de las tres empresas públicas

La nómina de los trabajadores de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat Valenciana (Ciegsa) ha pasado a controlarla directamente la tesorería de la Generalitat. Las dificultades económicas de las tres empresas públicas han llevado a esa medida. Los empleados de Canal 9, por ejemplo, en lugar de cobrar de RTVV a través de Bancaja el pasado 31 de octubre, cobraron el 2 de noviembre desde la tesorería autonómica a través de La Caixa.

RTVV arrastra una deuda de 1.200 millones de euros y es un auténtico pozo sin fondo. Los gastos de personal del ente público se elevan a 52 millones de euros, según los presupuestos de la Generalitat para 2011. Fuentes sindicales y profesionales denuncian desde hace años la duplicidad de la plantilla, la división estricta entre los primeros trabajadores de la radio y televisión públicas y los contratados desde que el PP asumió el control de la Generalitat.

Una auditoría externa aconsejaba hace dos años "una reducción de gastos" que pasaría por disminuir la plantilla. Nadie ha querido "coger el toro por los cuernos". Las empresas públicas que acumulan las nóminas más abultadas son una sociedad abocada a las pérdidas como Ferrocarrils de la Generalitat, con 93 millones de euros de gastos de personal previstos en 2011; la citada Ràdio Televisió Valenciana; y Vaersa, empresa de aprovechamiento de residuos, cuyo presupuesto para gastos de personal se eleva a 31 millones de euros."Somos la primera empresa satélite de la Generalitat que coge el toro por los cuernos". La ilustrativa frase de un allegado a la dirección ejecutiva de Feria Valencia, que ha abierto la puerta a los despidos, provocará tanto malestar entre los trabajadores de la empresa como aprobación entre los dirigentes patronales que exigen a la Administración pública en general, y a la Generalitat en particular, que recorte sus gastos.

Feria Valencia contrata a unos 330 trabajadores. La mitad se ha incorporado desde que Alberto Catalá asumió la presidencia ejecutiva de la institución en diciembre de 1999. En el mismo periodo, el recinto ferial ha sufrido una ampliación espectacular y multimillonaria que se inauguró definitivamente en vísperas de la actual crisis económica. "La Feria está sobredimensionada, lo mismo que su plantilla", comenta un empresario vinculado a la institución, "pero lo peor es la politización de todas las decisiones y estrategias".

La centenaria feria muestrario acumula grandes reservas, pero arrastra unas deudas multimillonarias que algunas fuentes cifran en más de 500 millones de euros como resultado de su ampliación. Los enormes pabellones ofrecen una superficie de exposición que ya no logran agotar ni los mayores certámenes, como Habitat, la antigua feria del mueble hoy combinada con el textil hogar y la iluminación, o como Cevisama, el escaparate del sector cerámico, cuyo volumen creció en paralelo a la burbuja inmobiliaria. Y la entidad se ha visto obligada a reducir el coste del metro cuadrado de exposición de forma dramática. Como resultado, la cifra de negocio ha retrocedido un 44% desde el inicio de la crisis en 2007, según datos contenidos en un informe solicitado por Feria Valencia a un prestigioso despacho de abogados.

Las cuentas de 2009 arrojaban una caída de ingresos del 45% respecto al ejercicio anterior y unas pérdidas de 2,7 millones de euros. Y las cosas no han mejorado en 2010.

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El comité de empresa de Feria Valencia, recién elegido, fue informado por la dirección de la empresa de la necesidad de recortar gastos el último viernes de noviembre. Trabajadores de la entidad expresan su malestar por el contrato de asesores externos para intentar justificar decisiones que corresponderían a los responsables de recursos humanos de Feria Valencia.

Pero la decisión de recortar gastos está en sintonía con un creciente clamor desde las entidades patronales. El pasado mes de octubre, el comité ejecutivo de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) aprobó un severo comunicado que apuntaba la falta de control del gasto por parte de las administraciones y sus empresas. "Desde el inicio de la crisis, las empresas han realizado grandes esfuerzos en reducir estructuras y gastos generales, mientras que las administraciones públicas no han atacado la reducción de gastos, priorizando los que son imprescindibles sobre los que no lo son", sentenciaba la CEV.

Feria Valencia puede estar sobredimensionada, pero en aquel documento, la patronal provincial de Valencia señalaba directamente la situación "inasumible" de la televisión autonómica. "No es posible que una televisión que no ve nadie contrate al triple de trabajadores que Antena 3", comentaba un dirigente patronal, "y encima tenga que contratar la mayoría de sus programas".

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