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"Ha sido Montiel el que ha hecho algo malo y ha mentido"

La Guardia Civil interroga en Chequia a una ex camarera del club Mesalina

"Ha sido Ximo [Joaquín Montiel, ex concejal del PP en Polop] que ha hecho algo malo, se ha cagado y ha dicho una mentira en mi contra" (...) "El cabecilla para que le pegaran una paliza a Alejandro [Ponsoda] era Ximo".

Juan Cano, ex alcalde de Polop, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Alejandro Ponsoda, su antecesor en el cargo, realizó estas afirmaciones en conversaciones mantenidas con sus familiares desde la cárcel de Villena, que fueron intervenidas por la juez que instruye el caso Polop y que figuran en el sumario. Joaquín Montiel fue presidente del PP de esta población de La Marina Baixa y mano derecha de Juan Cano durante mucho tiempo. Éste, ahora, no duda en calificarle de "idiota"

El principal acusado del caso Polop, sin embargo, también llega a afirmar en una conversación que el asesinato de Ponsoda sólo puede deberse a cuestiones relacionadas con la vida privada del alcalde asesinado. Cano se queja ante su familia de que "el Ayuntamiento de Polop pasa de todo" En otra conversación, pide a su familia que busquen favores políticos "para ver si se puede hacer algo". A su mujer le dice que hable con Hilario, para que éste contacte con Vicente y que éste hable "con su amiga Paula ", la consejera de Justicia. En otra de las charlas intervenidas, Cano se plantea su dimisión como concejal, pero sus familiares le aconsejan que conserve el acta.

Las grabaciones realizadas en la cárcel de Villena no han acelerado la investigación del caso. La iniciativa más importante de la Guardia Civil ha sido solicitar a la juez una comisión rogatoria internacional, que emitió el pasado 19 de enero, para que tres policías se desplacen a la ciudad de Sokolov, en la República Checa, a interrogar a la que supuestamente era en el verano de 2007 la camarera del reservado del club Mesalina. Su identificación ha sido posible gracias a la declaración de uno de los dos sicarios checos encarcelados como supuestos autores materiales de los disparos que acabaron con la vida de Ponsoda.

Este testimonio puede ser relevante, dado que la principal prueba que dio pie a las detenciones es la declaración de un testigo protegido al que en julio de 2007 le ofrecieron encargarse del crimen en ese mismo reservado. Este testigo, que habría trabajado de portero en el Mesalina, ubicó allí a Juan Cano, al gerente y el dueño del club, Ariel Gatto y Pedro Hermosilla, respectivamente; al empresario del calzado de Polop también detenido, Salvador Ros, y a una pareja que no identificó de la que formaba parte una mujer rubia. Cuando decidió no aceptarlo, sugirió los nombres de quien supuestamente consiguió las armas, Raúl Montero Trevejo, y de los dos sicarios de nacionalidad checa, Radim Rakowski y Robert Franek. Sin embargo, Cano ha negado ser cliente del Mesalina, a pesar de que diferentes testigos aseguran que sus visitas eran habituales.

La Audiencia Provincial de Alicante tiene que decidir sobre los recursos al auto de prisión dictado por la juez de La Vila Joiosa presentados al menos por los abogados de Juan Cano, el dueño del Mesalina y uno de los supuestos sicarios checos. Los siete detenidos han negado su participación en los hechos.

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