_
_
_
_
_

Hernández sugiere la necesidad de una reconversión del campo

El campo valenciano acaba de atravesar por lo que un representante de los agricultores ha calificado como "la peor campaña citrícola de la historia". Se vive una crisis paradójica en la que se superan las cifras de exportación, con cerca de cuatro millones de toneladas, sin que ello repercuta materialmente en el productor. La nueva consejera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Maritina Hernández, abrió ayer, en ese contexto y con mucha delicadeza, el debate sobre la necesidad de acometer una reconversión del campo. "Puede haber sobreproducción, excedentes", declaró en la asamblea general de Intercitrus, "puede que se necesiten reconversiones varietales o a otros tipos de productos, puede que haya que esforzarse en diseñar y definir cómo tiene que ser la citricultura y plantear el diseño de las producciones y la investigación".

Hernández afirmó que la finalidad de todos esos cambios posibles sería "no seguir fallando" al agricultor, que no debe consolidarse como el "punto sensible y crítico", "la parte más débil del sistema". "No se puede tener una cadena de valor que sea de éxitos y beneficios para muchos de los aspectos de la cadena, con buenos resultados en las exportaciones" mientras tenga "los resultados que tiene para los productores", afirmó.

La consejera, que asistía al relevo de Antonio Muñoz en la presidencia de Intercitrus por Enrique Bellés, planteó una "exigencia, petición y ruego" de "colaboración, imaginación y generosidad" a todas las partes implicadas. Planteó la posibilidad de incorporar a Intercitrus, la Intersectorial Citrícola Española, a distribuidores y consumidores. Y se comprometió a mantener el respaldo económico de la Administración a Intercitrus "como ha hecho tradicionalmente".

Reflexión "delicada"

El futuro que tiene por delante el nuevo presidente de Intercitrus "no va a ser fácil", admitió la consejera. La organización se encuentra sumida en un periodo de "debate y reflexiones intensas y delicadas". Algo de esa intensidad pudo escucharse en los discursos de Bellés y Muñoz. El primero, proveniente del mundo de las cooperativas, lamentó el "bajo nivel de rentas" de los agricultores. Se inclinó por adecuar Intercitrus "a las exigencias reales de una sociedad desarrollada y democrática". Y apuntó: "Se saben las soluciones", "hay que preguntarse por qué no se ponen en práctica".

El nuevo presidente consideró que, de mantenerse, la actual situación "de perdedores" conducirá a un "abandono de la actividad", a un "impacto en el paisaje y sobre todo a un impacto en toda la economía auxiliar que depende de la citricultura".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Muñoz, ligado al sector de la exportación, criticó las ayudas económicas públicas al campo, destacó el récord de ventas al exterior y calificó a su sucesor de "inteligente", "práctico" y "muy pillín". Lo último, dijo, es "un defectillo que puede ser una ventaja".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_