Huellas romanas en la picota

Una catástrofe arqueológica de graves consecuencias se cierne sobre el futuro del yacimiento de Els Banys de la Reina en Calp, unos enclaves históricos muy interesante de la costa mediterránea con restos romanos que datan del siglo I entre los que se hallan un conjunto de villas, varios mosaicos, incluido uno circular casi exclusivo en el planeta, termas, piscifactorías de la época del Imperio y necrópolis paleocristianas y visigodas. Ese patrimonio se halla ahora amenazado después de una sentencia del Tribunal Supremo que reconoce el derecho de los propietarios a edificar en parte del yacimiento.

Esta es la última herencia de los tiempos del desarrollo urbanístico desaforado que Calp vivió en los últimos años. El fallo no hace más que reconocer los derechos de una parcela considerada edificable en el PGOU e incluida en un plan parcial ya aprobado. Paradójicamente, cada año se realizan campos de excavación en el yacimiento como el que ayer mismo visitó el director del IVAJ, Adrián Ballester, ya que según los científicos Els Banys de la Reina esconde aún restos históricos de valor incalculable.

El yacimiento oculta aún vestigios históricos de valor incalculable

Así, la Consejería de Cultura ordenó hace dos años en la zona privada de 6.000 metros cuadrados amenazada ahora por la piqueta realizar unas catas superficiales después de que los propietarios intentaran promover un edificio. Pues bien, de tan exigua prospección salieron a la luz una necrópolis visigoda con treinta tumbas y un mausoleo del siglo VI, así como la zona industrial de origen romano, con balsas que servían para la producción de saladuras. El recinto cuenta con otra zona pública de nueve mil metros cuadrados donde se encuentra la villa romana principal y otras secundarias que no está directamente amenazada por las promotoras pero cuya integridad se vería en entredicho si acaba cercada por las urbanizaciones.

Hace décadas que Els Banys de la Reina lucha contra el avance del hormigón. Enclavada en la zona turística del litoral, en los 70 ya se registraron manifestaciones para salvar el recinto romano, cuya dimensión original, según aseguró la arqueóloga municipal, Ana Ronda, debió duplicar el yacimiento actual.

Calp debate ahora cómo salvar este patrimonio. El alcalde, el nacionalista Ximo Tur, iniciará en septiembre una negociación con los propietarios para ofrecerles otros solares en compensación. El PSPV pide la modificación del PGOU para preservar los restos mientras que ayer Ronda se mostró convencida de que la conversión del yacimiento en BIC lo salvará.