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Ikea proyecta en Rabassa 131.000 metros cuadrados de área comercial

Sería la mayor de Alicante y una de las más grandes de la Comunidad

Ikea no llega sola. La multinacional sueca proyecta instalarse en Rabassa a lo grande, con un proyecto comercial de mucha envergadura. Ayer presentó en una reunión mantenida con la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, y los comerciantes, su intención de levantar una zona comercial de 131.000 metros cuadrados. La mayor superficie comercial que actualmente existe en Alicante ronda los 40.000 metros cuadrados. El proyecto de Ikea supone, por tanto, un claro punto de inflexión en la oferta comercial de la ciudad y la provincia. Un proyecto deseado desde el Ayuntamiento de Alicante y que ayer se presentó al pequeño comercio de la ciudad, el que puede verse más afectado por esta nueva iniciativa.

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El proyecto de Ikea contempla 35.000 metros cuadrados para esta cadena, a los que se unirán 60.000 metros cuadrados de centro comercial, 14.000 metros cuadrados de hipermercado y 22.000 metros cuadrados para la instalación de medianas superficies. La zona también contará con aparcamiento para 5.000 vehículos.

Ikea prioriza el proyecto de Alicante sobre el que estudia en Valencia -negocia con el Ayuntamiento de Paterna- y considera que atraerá hasta cinco millones de visitantes al año y a compradores de provincias limítrofes. La multinacional sueca, además, no descarta abrir en el futuro una segunda tienda en Valencia, además de la de Paterna.

El proyecto es similar al que la multinacional tiene en Oporto, según explicó Castedo tras la reunión. La primera edil, que dejó claro que aún "no se ha tomado ninguna decisión" y detalló que esta gran zona comercial se instalaría en el Plan Rabassa, "es la última esquina yendo a la Universidad a mano izquierda".

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Castedo dijo que no hay fecha límite para que los comerciantes tomen una decisión sobre esta instalación y dejó claro que los plazos de ejecución "no serían inferiores a tres o cuatro años". E insistió en "intentar conseguir siempre el máximo consenso posible cuando se llevan adelante proyectos de esta envergadura".

Los comerciantes, por su parte, se limitaron a decir que presentarán la iniciativa a sus asociados. Pese a ello, las críticas no tardaron en llegar. La Federación de Comerciantes del Mueble de la Comunidad Valenciana (Fecomvac) y la patronal alicantina de comercio de mueble (Acoma) mostraron su "total oposición y rechazo" a esta implantación por el "impacto negativo" que supondría para su sector. Las dos patronales, que representan a casi 6.500 empresas, lamentaron no haber sido convocados a la reunión y volvieron a reclamar a Castedo un encuentro.

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