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Inhabilitada por discriminar a ocho discapacitados en su pub

La encargada de un local de Valencia les negó el acceso

La noche del 15 de diciembre de 2006, un grupo de ocho jóvenes de entre 19 y 22 años, siete de ellos con Síndrome de Down y uno con otra discapacidad, acompañados por tres monitores y dos responsables de la Fundación Asindown, intentaron entrar a uno de los pubs de la zona de ocio de la plaza de Cánovas del Castillo, en Valencia. Sin embargo, se les vetó el acceso. Dos años después, una sentencia condena a la encargada del local a un año de inhabilitación en el sector hostelero por entender que lo que sucedió aquella noche fue una "clara discriminación".

Según considera el juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Valencia, C. C. S., responsable del local Me vuelves loco coco loco, cometió, el pasado diciembre de 2006, un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas de los ciudadanos. El motivo, negar el acceso al pub a un grupo formado por ocho personas con discapacidad y a cinco de sus responsables argumentando que eran menores de edad y que en su local no podían estar "por su condición personal expresamente y por ser disminuidos psíquicos", relataron los monitores. Por ello, el magistrado impone a la acusada una pena en grado mínimo de un año de inhabilitación para el ejercicio de la profesión en lo relacionado con la hostelería y el ocio. Además, y a modo de indemnización simbólica, C. C. S. deberá pagar un euro a la Asociación Asindown de Valencia por daños morales.

"¿Por qué tenéis que venir aquí a joderla?", preguntó la responsable del pub

Tal y como manifestaron los denunciantes, una vez la encargada del pub les preguntó que por qué "tenían que ir allí a joderla, ya que había otros locales donde podían entrar", una de las monitoras intentó hablar de forma civilizada con el relaciones públicas del recinto. Sin embargo, éste tampoco les permitió la entrada.

Según explicó una de las responsables del grupo, el nuevo argumento que recibieron fue que no podían permanecer allí por el aforo del local, dado que estaba todo reservado con motivo de las cenas de Navidad. Tras las excusas, tanto los monitores como las ocho personas con discapacidad abandonaron el local y días más tarde denunciaron los hechos.

El tribunal, que declaró probados los hechos denunciados por los miembros de Asindown, consideró que la encargada, "al ver el grupo de chicos y sus características personales dio excusas para no dejarlos entrar, ya que podían afectar al desarrollo de su negocio (no sabemos cómo)".

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Además, la sentencia asegura que fue una "clara discriminación de las personas en su derecho a la libertad personal del artículo 17 de la Constitución y al libre acceso a locales abiertos al público". "La procesada trató en todo momento de evitar que el grupo permaneciera en su local, incluso argumentando que era porque se trataba de disminuidos psíquicos, sin que atendiera a la protección especial que merecen, sino a la molestia que se deduce de su estancia en el local", argumenta el magistrado en la sentencia.

El juez absuelve al relaciones públicas del pub, al que también se le denunció y juzgó por negarle el acceso al grupo, por considerar que no actuó con mala intención o con la de discriminar a estos clientes.

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