Juan Roig anuncia que la crisis será aún mucho peor en 2010
El presidente de Mercadona reclama a los políticos que adopten decisiones "valientes y consensuadas" frente a la recesión
Ni brotes verdes, ni síntomas de recuperación. Juan Roig, presidente de Mercadona, el primer grupo español de supermercados, vertió ayer un jarro de agua muy fría sobre las esperanzas de mejora económica. Ante un millar de empresarios reunidos en Valencia, Roig pronosticó que el año 2010 será "mucho peor" que el actual. Y que lo que ocurra de ahí en adelante está por ver y será responsabilidad de los empresarios y, en un círculo más amplio, de la sociedad: "Lo que pase en 2011, 2012 o 2013 dependerá de nuestra actitud, no del Euribor o del Fondo Monetario Internacional (FMI)". "De momento creo que vamos perdiendo, como el equipo éste que perdió ayer", dijo en referencia a la derrota el martes del Madrid.
La mitad de los empresarios espera que las ventas suban en 2010
El discurso de Roig no fue complaciente, incluyó elementos de autocrítica, y un llamamiento a los políticos para que adopten medidas "valientes y consensuadas". Lo pronunció en la apertura del IX Congreso de AECOC, la asociación española de fabricantes y distribuidores que, partiendo de la alimentación, ha acabado abarcando numerosos sectores del gran consumo.
"Estamos esperando salir de la crisis a través de lo que hagan los demás países y de las medidas que tomen nuestros gobernantes", afirmó Roig, que retrató a España como un país en el que durante más de una década los ciudadanos se acostumbraron a ver crecer la economía y a vivir bien "casi sin esfuerzo". Una ficción que ahora "se ha derrumbado" con los golpes de la crisis.Frente a la crisis, el presidente de Mercadona apeló a "trabajar mejor y más, aumentar la productividad y ser más competitivos asegurando la máxima calidad de productos y servicios".
Juan Roig pareció trazar un paralelismo con su propia empresa, la cual, dijo, se había "dormido" tras crecer cómodamente durante mucho tiempo. "Eso ha acabado. Teníamos que reinventarnos". Roig asumió errores en "las formas" cuando cientos de productos fueron retirados de sus tiendas. Una decisión que generó críticas de algunos consumidores y sobre todo de las marcas afectadas. "Quizá debimos explicarnos mejor", reconoció, pero "es imposible hacer tortillas sin romper huevos. Sabíamos lo que teníamos que hacer".
Ese saber hacer consistió en eliminar las referencias de los lineales que no aportaban valor. Bajar los precios. Y cerrar aquellos establecimientos que no respondían al modelo Mercadona. El resultado ha sido que, tal y como estaba previsto, el grupo cerrará 2009 con la mitad de beneficios que el año anterior, pero con un aumento del número de clientes y de las unidades de compra, y manteniendo, pese a la vertiginosa escalada del paro, "los 61.500 puestos de trabajo en la empresa".
"Hay quien cree que hablar de la crisis es malo, pero lo que es malo es no reconocerla y no tomar medidas", agregó Roig recordando que en la última campaña electoral el Gobierno se resistió a reconocer la gravedad de la situación.
Juan Luis Durich, director general de la cooperativa valenciana Consum, pareció apuntarse a una línea similar a la de Mercadona al indicar que su estrategia consiste hoy en racionalizar el surtido de las tiendas, si bien, matizó, ello no tiene por qué significar una reducción de la oferta. Durich afirmó que cerrará el año con un crecimiento del 5% en las ventas y con 70 millones de inversión en nuevas instalaciones, con la mirada puesta especialmente en Andalucía.
El primer día del congreso, que termina hoy, fue testigo de un debate a tres en el que participaron el ex ministro de Economía Miguel Boyer, el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y el profesor Carlos Rodríguez Braun. En ese contexto Boyer representó las posiciones más socialdemócratas y Braun (que responsabilizó de la crisis al exceso intervencionista y a quien el ex ministro calificó de "anarquista de derechas") las más neoliberales.
Los tres defendieron la introducción de reformas, incluida la del mercado laboral, pero Boyer abogó por aplazarla hasta que se haya consolidado el ciclo de recuperación. Todos se mostraron en cierta forma menos pesimistas que Roig y el más optimista, Boyer, apuntó que la recesión en España tocará fondo en el primer trimestre de 2010 y a partir de entonces se producirá el rebote.
Mejor todavía lo vieron los empresarios y directivos reunidos en el Palacio de Congresos. Un 50% dijo creer que sus ventas subirán en 2010 respecto a este año; un 18%, que se mantendrán, y sólo un 20% auguró caídas. La encuesta incluía otra respuesta sólo aparentemente contradictoria: un 55% apostó por que la recuperación empezará en 2011; un 14% lo hizo por 2012; un 29%, por 2010, y sólo un 2% opinó que ha empezado ya.
No hablemos de política
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, también participó en la apertura del congreso de AECOC, donde planteó una idea sorprendente: el jefe del Consell propuso un "compromiso nacional" para "dejar de hablar de política y hablar de economía". Ese sería, dijo, "un paso hacia adelante para salir cuanto antes de esta crisis".
"Sería interesante para España concentrarnos en las cosas que realmente preocupan a todos los españoles, que es la pérdida de confianza, la pérdida de puestos de trabajo y la inquietud fundamentalmente que se está dando en el tejido empresarial, básicamente de pequeñas y medianas empresas que necesitan de propuestas para poner en marcha iniciativas", afirmó. Las palabras de Camps, muy tocado por la trama de corrupción del caso Gürtel, sonaron como un intento evidente por desviar la atención hacia la crisis. Aunque también cabía otra lectura, en clave interna del Partido Popular, en referencia al duro pulso que Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre sostienen por Caja Madrid.
Fue, en cualquier caso, la única cuestión concreta en el discurso del presidente de la Generalitat. Todo lo demás fueron referencias más bien genéricas a "seguir la estela de las decisiones fiscales o de reestructuración del mercado" de los países que ya "están saliendo de la crisis"; a la importancia de "trabajar y planificar con ilusión y con optimismo nuestro propio futuro"; o a que "puede que sea un buen momento para reorganizar y reordenar el modelo autonómico".
Mayor confianza
La confianza de los empresarios valencianos sobre la evolución de la economía en la Comunidad ha superado por primera vez en año y medio a la media nacional. Lo constata la encuesta trimestral del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana, difundida ayer. El nuevo Indicador de Confianza Empresarial, realizado con 710 empresas, consolida la mejoría reflejada en el trimestre anterior, aunque se mantiene en niveles negativos del -19,1% (la media española se coloca en el -21,5%).
Según el documento, este comportamiento supone una desaceleración del ritmo de caída de la actividad, frente al estancamiento del ritmo de descenso registrado en el ámbito nacional. No obstante, la "acusada" bajada de los precios supera las expectativas de los empresarios sobre los propios resultados obtenidos. Los sectores con mayor caída de los precios en el tercer trimestre de 2009 son la construcción y otros servicios, mientras que en la industria y la hostelería se modera este retroceso. Las expectativas de todos los sectores apuntan hacia una sensible moderación del ritmo de caída de los precios, según la encuesta realizada entre el 22 de septiembre y el 13 de octubre.
Para los encuestados, las perspectivas para el último trimestre del año son positivas puesto que los empresarios esperan incrementar sus ventas al exterior en mayor porcentaje que los que prevén un retroceso. La confianza del sector industrial ha mejorado de forma significativa, pese a que tiene un saldo negativo. Los industriales prevén que continúe el ajuste de los precios a la baja para poder ser competitivos.
