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Apuntes

Llegan los pisos universitarios

El Ayuntamiento y la Universidad de Alicante ofrecen a los alumnos apartamentos por 100 euros

Si el problema de la vivienda asfixia a los jóvenes, todavía es más agudo cuando se trata de universitarios que estudian lejos de su casa. Unos alumnos comparten pisos de alquiler y pagan elevados precios, otros, que son mayoría, optan por una vida universitaria marginal y cada día van y vuelven desde casa de sus padres al campus.

"En el centro tienes más servicios como cines, bares..., todo lo que busques"
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Fernando Peruyero, alumno argentino de Magisterio en Educación Física, que tiene 21 años, vive ahora en San Fulgencio (Vega Baja), y cada día viene al campus de Alicante con el coche de su madre, que trabaja en Alicante. Tarda unos 45 minutos. Pero su vida puede cambiar muy pronto. Es uno de los candidatos a disfrutar, desde abril, de uno de los apartamentos de alquiler que el Ayuntamiento de Alicante, a través del Patronato Municipal de la Vivienda, ha construido en la plaza del Carmen, en pleno barrio, el centro de la ciudad. "Es una zona muy bonita, será una pasada vivir aquí", comenta ilusionado este alumno que podrá emanciparse.

Junto él, Sergio Bernabé, estudiante de Ciencias Empresariales, procede de Albacete, tiene 22 años, y hasta la fecha comparte piso, con otros compañeros, en Sant Vicent, por el que paga 220 euros al mes. "Si vives en el centro de una ciudad siempre tienes más servicios, cines, mercados, tiendas, bares... lo que busques", asegura, y destaca que la parada del autobús a la Universidad está cerca, en la calle de San Vicente.

Pero las viviendas también se destinan a becarios e investigadores como Carmen Pérez, que tiene 29 años y es profesora ayudante en el departamento de Trabajo Social. Ella es mileurista. Ahora paga 400 euros al mes para poder vivir sola en un piso de alquiler en Alicante. "Para mí, que cobro poco, es ideal, están muy bien equipados y pagaré mucho menos cada mes", admite la profesora, que también alaba que "se compartan zonas comunes". De hecho, los futuros inquilinos de estas fincas dispondrán de terrazas, zona de estudio y ocio o lavandería, además de poder disfrutar de zona wi-fi, para conexión gratuita de Internet. Julia Sarabia es becaria de investigación en el departamento de Prehistoria y Arqueología, tiene 32 años. También Julia integra el club de los mileuristas y paga 500 euros por un piso de alquiler, que comparte con otra compañera, en la zona de la plaza de toros. "Seré independiente y viviré toda una experiencia", vaticina Sarabia, a quien le gusta "vivir en el centro y la parte antigua de Alicante". Los problemas que detectan en la zona son la falta de aparcamientos y exceso de ruidos por las noches durante los fines de semana. Esta zona concentra una gran cantidad de discobares y restaurantes.

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Pero además de aliviar la falta de viviendas para estudiantes, este proyecto también mitiga las complejas relaciones entre Alicante y la Universidad, a 8 kilómetros del centro de Alicante, en Sant Vicent del Raspeig, que han vivido tradicionalmente de espaldas. Con un campus, con 35.000 alumnos matriculados, la presencia de jóvenes estudiantes en el centro de Alicante se reduce a las fiestas nocturnas de los erasmus.

Con la rehabilitación y construcción de varios bloques de apartamentos, en las inmediaciones de la Plaza del Carmen, en el barrio antiguo, los estudiantes recuperarán la parte más céntrica y tradicional de Alicante. Para lograrlo, el Ayuntamiento, a través del Patronato Municipal de la Vivienda, tiene previsto, en tres fases, construir 97 viviendas. Son apartamentos pequeños, modernos, equipados y amueblados, por los que sus inquilinos pagarán entre 100 y 160 euros mensuales. "Con una maleta y lo imprescindible puedes instalarte", asegura la concejal de Vivienda, Isabel Fernández. De momento, ya están listas para su ocupación inmediata las primeras 22 viviendas, cuyo presupuesto de construcción ronda los 3,2 millones de euros. Para ellas se presentaron un centenar de solicitudes. La concejal de Vivienda, del PP, explica que estas viviendas se enmarcan en un proyecto más ambicioso de recuperar el barrio para la universidad. "Esto es solo el inicio de las 97 viviendas con las que se pretende regenerar y revitalizar esta zona", agrega. La idea del Ayuntamiento es poder ceder los locales de estos edificios a los vecinos, a colectivos y grupos universitarios que lo soliciten para actividades lúdicas y culturales.

El jurado que concederá, por plazo de un año las casas, primará, en los criterios para la concesión de uno de estos apartamentos en régimen de alquiler, el expediente académico del alumno, los ingresos familiares y la lejanía de la residencia habitual. Gaspar Mayor, gerente del Patronato de la Vivienda, confía en que este primer grupo de casas sea un "aliciente" para la rehabilitación y reforma de otros edificios deteriorados en el barrio. "En dos años ofreceremos 86 viviendas más en alquiler y en tres meses terminarán las obras de otra fase", asegura.

Javier Martín, arquitecto de los edificios, destaca que se trata de un "hábitat" que tiene en cuenta el clima. "La orientación de la luz, la ventilación cruzada, el equilibrio de los materiales o los cristales permiten concluir que se trata de unas viviendas con diseño bioclimático", explica mientras muestra el panel de placas solares que permitirá obtener un ahorro de un 20% en el consumo energético. El sueño de cualquier universitario o becario que se precie: estudiar, vivir en el centro de la ciudad y pagar un alquiler asequible.

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