Lluvias de hasta 250 litros destrozan las obras antirriada en el río Girona

Los habitantes de La Marina Alta vuelven a sufrir noches de insomnio por las lluvias. Anoche, al cierre de esta edición, la preemergencia decretada por la Generalitat mantenía en vilo a los municipios de la cuenca del río Girona, que volvió a desbordarse en la madrugada de ayer en la Vall d'Ebo. En este municipio se recogieron en sólo 24 horas 250 litros por metro cuadrado, según indicó el Ayuntamiento, mientras que en Pego y l'Atzúvia registraron 207 litros. Además de provocar la inundación de barrancos, que dejaron incomunicadas a 30 familias en Pego y a otra más en la Vall de Laguar y de causar el corte de hasta tres carreteras en la comarca, las precipitaciones han originado graves daños y retrasos en las obras que se ejecutan precisamente contra las riadas en aquellas poblaciones afectadas por las dramáticas inundaciones de octubre de 2007.

Así ocurrió en las actuaciones en el cauce del río Girona en los límites entre El Verger y Els Poblets, donde la crecida del río durante la noche del miércoles provocó que las aguas arrastraran la tierra que servía para cimentar un muro de protección. Además, se abandonaron grandes piedras en el lecho del río y se interrumpieron los trabajos. No obstante, el alcalde de Els Poblets, Jaume Ivars, aseguró que la maquinaria no ha sufrido ningún daño y que las obras podrán reanudarse. En la Vall d'Ebo, la excavadora que trabaja para ampliar la capacidad del río también se vio sorprendida por el enorme caudal del río.Vecinos e instituciones de la comarca no entienden por qué la CHJ y la Generalitat no han sido capaces en un año de concluir sus actuaciones. "Después de lo que sufrimos en 2007, es incomprensible que aún tengan las máquinas en el río en pleno periodo de lluvias", señaló el portavoz de la Plataforma Riu Girona, José Ramón Mahiques, quien recordó que la Generalitat aún no ha iniciado las obras del nuevo puente que debe sustituir al que se derribó este mes "y que sirve para acceder a la escuela del municipio".

En el mismo sentido, el alcalde de la Vall de Laguar, Juan José Puchol, dijo: "No recuerdo cuántas veces hemos pedido al Consell y a la CHJ que encauce el barranco", cuyo desbordamiento provocó que ayer por la mañana aún estuviera incomunicada la vivienda de una familia. Otras 30 de la urbanización Monte Mostalla de Pego aún sufrieron por la mañana problemas para acceder o salir de sus casas a causa del desbordamiento de otro barranco, de cuya peligrosidad llevan mucho tiempo advirtiendo los vecinos y que hace años provocó una víctima mortal. Numerosos caminos rurales del municipio estaban cerrados.

La presa de Isbert, en La Vall de Laguar, desbordada, seguía arrojando grandes cascadas de agua. En cambio, la N-332 entre Dénia y Oliva y las carreteras comarcales que unen la Vall d'Ebo con La Vall d'Alcalà y Pego con El Verger, cerradas en la noche del miércoles, estaban de nuevo abiertas al tráfico.

El nuevo temporal de fuertes precipitaciones volvió ayer a cebarse con las comarcas del sur Valencia y norte de Alicante, informa Eva Batalla. En la Vall de Gallinera, en un periodo de 24 horas, llegaron a registrase acumulados de 236 litros por metro cuadrado, 209 en el municipio de Atzúvia, y 151 en Villalonga, según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias. En el centro de Gandia, los pluviómetros contabilizaron en el periodo de mayor intensidad de precipitaciones, entre las 16 horas y las 22 del miércoles, 150 litros por metro cuadrado. "Las mejoras en los sistemas de alcantarillado y evacuación de agua realizadas en los últimos años en la ciudad funcionaron y evitaron inundaciones", explicaba ayer el concejal de Seguridad y Servicios Básicos al ciudadano Vicent Mascarell.

En La Safor, el episodio de lluvias intensas provocó de nuevo el desprendimiento de rocas junto a la autopista AP-7, en Real de Gandia, que obligó a cortar uno de los carriles en dirección a Alicante.