_
_
_
_
_

Miles de ciudadanos piden la moratoria urbanística y una revisión legislativa

Unos 200 colectivos piden en las tres capitales participación en el diseño del urbanismo

Miles de personas se echaron ayer a la calle para exigir a los políticos una moratoria urbanística y una revisión de la legislación valenciana que ponga freno a la depredación del territorio. Procedentes de muchas poblaciones y convocados por unos 200 colectivos y organizaciones cívicas, miles de personas se manifestaron en las ciudades de Valencia, Alicante y Castellón para denunciar los casos de abusos. A las protestas se sumaron políticos de las formaciones verdes, de EUPV, que llevó pancarta propia, del Bloc Nacionalista Valencià y del PSPV.

Incontables pancartas, carteles y pegatinas salpicaron ayer las tres manifestaciones que Compromís pel Territori convocó en las tres capitales a cinco semanas de las elecciones autonómicas y municipales. La de ayer fue la primera protesta conjunta convocada en todo el territorio, después de un primer ensayo en junio del año pasado en Valencia. La plataforma pide una moratoria hasta que se revise la legislación autonómica y más participación ciudadana.

La protesta de Valencia fue la más numerosa. Unas 20.000 personas, según los organizadores, y 5.000, según la Policía Nacional, desfilaron por el centro de la ciudad hasta el Palau de la Generalitat, donde clamaron contra la especulación. Los portavoces denunciaron cómo "esa aparente máscara ecologista" del consejero de Territorio [Esteban González Pons] se había caído con la aprobación esta semana de miles de nuevas viviendas en Manises y Catarroja. "No se han esperado a que pasen elecciones", criticó Paco Sanz.

Destacó la presencia de los afectados por el PAI de Albalat dels Tarongers, o los activistas de las plataformas Salvem Porxinos de Parcent (algunos colectivos de la Marina se acercaron a Valencia porque estaba más cerca). Joan Carles, portavoz de los vecinos de Parcent, calificó de "paréntesis" la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de levantar la suspensión cautelar que pesaba sobre el proyecto. "Si conselleria se atreve a aprobarlo [el PAI del Replà], recurriremos", anunció. Pere Far, de Coalició Democrática de Parcent, subrayó que la doctrina Parcent sigue vigente.

Entre los manifestantes, muchos jóvenes con pancartas, donde se podía leer Rebeldes sin casa, y muchos colectivos -Salvem el Cabanyal, Mestalla, Subestación de Patraix, Salvem Tabacalera y un largo etcétera- que protestaron contra la política de la alcaldesa Rita Barberá.

Varios políticos se sumaron a las manifestaciones. Fue el caso de Glòria Marcos, de EUPV, de los diputados verdes David Hammerstein y Carles Arnal, de Enric Morera, del Bloc, y de la socialista Carmen Alborch, que se incorporó al final.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En Alicante la protesta convocó a miles de personas (más de 5.000, según la organización, y apenas un millar según la policía local). No al cerco urbanístico de los humedales del sur, Stop Plan Rabassa, Prou d'agressions al litoral, La Vila no es ven. No al PGOU, Salvem Xixona o No a la CV-91, fueron algunos de los numerosos carteles y pancartas enarbolados por los manifestantes. La presencia de vecinos de La Vega Baja se dejó notar en una marcha que discurrió animada, con numerosos pitos y demandas de dimisión a responsables políticos del Consell.

La marcha contó con representantes sindicales y de los partidos de izquierda en Alicante. El respaldo a la protesta llevó a Carlos Arribas, de Ecologistes en Acció, a subrayar que existe "mucha gente que no está conforme" con la forma en la que se están haciendo las cosas.

La marcha culminó ante la delegación del Consell en Alicante, donde la organización leyó el manifiesto consensuado en las tres protestas. En él, Compromís pel Territori denunció que "algo está fallando" en un territorio cuando se desoye la voz de "los ciudadanos disconformes", cuando "las agresiones al medio ambiente se multiplican hasta el infinito sin que ningún poder les ponga freno" o cuando la "sobreexplotación disparatada de un territorio" lo deja "cada día más yermo".

"Nunca es demasiado tarde, otro modelo es posible", resumió en Alicante Ernest Blasco, representante de la organización. "Pedimos una moratoria urbanística para comenzar a pensar en qué es lo que queremos hacer realmente y en qué dirección crecer".

En Castellón, unas 5.000 personas, según los organizadores, se sumaron a las manifestaciones.

Participantes en la manifestación celebrada ayer por la tarde en Valencia.
Participantes en la manifestación celebrada ayer por la tarde en Valencia.CARLES FRANCESC

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_