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El PP de Castilla-La Mancha pide el fin del trasvase Tajo-Segura

De Cospedal dice que no sabe si Valencia y Murcia apoyarán esta medida

Las tensiones internas de los grandes partidos en torno al agua afloraron ayer de nuevo, esta vez en el PP. La presidenta popular de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, defendió en una entrevista en Europa Press la caducidad del trasvase Tajo-Segura en 2015, como prevé la reforma del Estatuto de autonomía de esa comunidad. De Cospedal marcó distancias con el trasvase del Ebro y aseguró que el del Tajo-Segura es "totalmente distinto". La líder del PP quiso ver la diferencia en el hecho de que el agua que llega al sur de Alicante y Murcia procede de embalses del Tajo y enfatizó que el funcionamiento de esta transferencia, a la que también se oponen los socialistas manchegos, "no puede continuar así".

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El rechazo a la caducidad de este trasvase en Murcia y la Comunidad Valenciana es notorio, y en ese contexto De Cospedal dijo no saber si la reforma del Estatuto que la incluye contará en el Congreso con el apoyo de los diputados del PP de las comunidades mediterráneas. "No sé lo que va a ocurrir", dijo De Cospedal, al tiempo que enfatizó que el PP tiene "una política global que es la necesidad de tener un plan hídrico nacional" que solucionaría los problemas "que producen enfrentamientos entre comunidades autónomas".

El trasvase del Ebro también salió a la palestra de la mano de populares andaluces y valencianos. Los primeros han comenzado a registrar mociones en los Ayuntamientos con las que pretenden el respaldo al trasvase para Valencia, Murcia y Almería. La moción invita al presidente andaluz, Manuel Chaves, a instar al Gobierno a que construya la infraestructura, y expresa su apoyo a la transferencia de urgencia de aguas del Ebro a Barcelona. Los populares andaluces exigen una política del agua "sin discriminaciones".

El secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, abundó en esta cuestión y exigió "solidaridad e igualdad". Según Costa, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "ha protagonizado la mayor contradicción de su historia política" al derogar el trasvase del Ebro y enviar agua de ese río a Barcelona, una medida que es de emergencia y provisional. El Grupo Popular en el Congreso ha votado a favor de la transferencia a Barcelona, mientras que el Consell que preside Camps, y el Gobierno murciano, anuncian un recurso contra la decisión en el Tribunal Constitucional. Costa no pareció ver aquí contradicción alguna e insistió en que la incongruencia en la política hídrica está del lado de los socialistas. "El PP apoya ese decreto, pero considera que los principios constitucionales de igualdad y solidaridad no están defendidos por el Gobierno, especialmente con los valencianos, los murcianos y andaluces".

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A la guerra del agua se ha sumado la Asamblea de Madrid, donde, con el voto a favor del PP, que tiene mayoría, y la oposición en contra, se ha aprobado una proposición no de ley para que el Gobierno regional inste al central a aprobar los trasvases necesarios como previó el PHN.

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