_
_
_
_
_

El PP admite que Cultura generó 300.000 euros de deuda en Alicante

En un gesto insólito, el actual concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Miguel Valor, admitió ayer errores que han provocado una deuda de 316.211,12 euros en el Patronato Municipal de Cultura a la que el consistorio ahora tiene que hacer frente pese a que algunas facturas son incorrectas y otras inexistentes. Valor explicó, durante el pleno de la institución, que "casi todas las facturas" de esta deuda proceden de exposiciones organizadas en el castillo de Santa Bárbara. Valor, preguntado por el edil socialista Ángel Pernías, admitió que "este tema puntual se le fue de las manos" a Romero, cuya gestión, no obstante, trató de defender.

Y fue más allá y vinculó esta situación con la remodelación de la cúpula del patronato de Cultura y el cese de varios responsables del mismo. Los ceses, de un asesor y el traslado de un funcionario a otra área, se produjeron el pasado mes de julio. Valor aseguró, que "no habrá más facturas" como las que ahora el Ayuntamiento de Alicante se ve obligado a pagar "salvo casos puntuales".

El pago de la deuda, en cualquier caso, fue aprobado ayer dentro del primer expediente de modificación de crédito, por un valor total de 31 millones de euros, al que ayer se dio luz verde con los votos del PP. El grupo municipal socialista votó contra esta medida al entender que obedece a la "mala gestión" del equipo de Gobierno. Pese a las críticas, el alcalde de la ciudad, Luis Díaz Alperi, se defendió argumentando que esta modificación pretende responder a la necesidad de "actualizar las necesidades presupuestarias a las de la ciudad".

Otro de los puntos polémicos en el pleno de ayer fue la modificación de los estatutos de la Gerencia de Urbanismo, un punto que en los últimos meses ha propiciado la crítica de la oposición, que considera el paso un intento de diseñar un organismo manso y, más en voz baja, de algunos funcionarios de este organismo. El portavoz socialista, Roque Moreno, estrenó ayer su cargo criticando que con esta modificación el equipo de Gobierno "busca la discrecionalidad". "Esta casa no es su cortijo", defendió Moreno.

La concejala de Urbanismo, Sonia Castedo, negó las acusaciones y defendió que la Gerencia Municipal de Urbanismo precisa tener "mayor agilidad y dinamismo" porque en la actualidad "no funciona como tiene que funcionar".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_