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Columna
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El PP nos deja sin corazón financiero

Primero fue la toma de control de Bancaja desde Madrid por parte de Rodrigo Rato. Se aprovechó de la debilidad de la caja y de que su compañero del PP José Luis Olivas, presidente de la caja y expresidente de la Generalitat, le facilitó la operación, garantizándose con ello un sueldo galáctico. Luego le siguió la intervención de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por parte del Banco de España como consecuencia de la nefasta gestión de la caja y del saqueo al que se le ha sometido y que tanta vergüenza nos causa. Esta semana ha sido el Banco de Valencia (BV) el intervenido.

Fundado en 1900 por la burguesía valenciana, el BV era el más antiguo de la comunidad. Tuvo dificultades en los años noventa, pero se resolvieron en tiempos de Joan Lerma al entrar Bancaja como accionista mayoritario. Con esta decisión se mantuvo el banco en manos valencianas y durante años fue la joya de la corona del grupo Bancaja. Entre sus mayores accionistas se encuentran algunas de las familias valencianas más influyentes, que ahora han visto cómo Bankia no ha hecho nada para salvar a la entidad. Es un claro síntoma de que en Bankia, en Bancaja, las decisiones las toman en Madrid y de que los valencianos no pintamos ya nada, aunque algunos valencianos cobraran sueldos galácticos por ello.

En Bankia y Bancaja las decisiones las toman en Madrid, los valencianos no pintamos ya nada

Bancaja, CAM y BV tienen algo en común: estaban controladas por los consejeros que el PP valenciano nombró en las cajas cuando decidió ocuparlas. Consejeros que han obrado con tres principios mortales para las entidades:

El primero, favorecer al amigo. En el caso de las cajas, al PP que les nombró y que quería que financiaran caprichos políticos que han resultado ruinosos. En el caso del BV, a amigos del alma a los que se les compraba a precio de oro participaciones en empresas con dificultades.

El segundo principio de los consejeros del PP: alimentar a lo grande la economía de la especulación, esa que tanto orgullo causa al PP y que tanta ruina nos ha traído a los valencianos, ahora ya los terceros en paro de España. Por eso la CAM tiene triple morosidad que la media española y el BV es socio en multitud de sociedades inmobiliarias que le reportan pérdidas millonarias.

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El tercer principio ha sido enriquecerse. Según establece la Ley de Cajas de Ahorros, el cargo de consejero es gratuito, pero buscaron fórmulas para conseguir ingresos escandalosos. Fueron generosos con los altos directivos, personas de su confianza que necesitaban para lograr sus objetivos. Así, hemos ido conociendo sueldos, prejubilaciones, indemnizaciones por cese y planes de pensiones que resultan bochornosos (p.e. los consejeros de la CAM multiplicaron por seis los ingresos desde 2004 a 2010). Todo esto mientras se niega el crédito a empresas que podrían generar empleo y se niega a familias que podrían evitar desahucios dramáticos.

Los valencianos nos hemos quedado sin corazón financiero ante la pasividad de Camps y Fabra (qué diferencia con la actuación en su día de Joan Lerma en defensa de lo nuestro). Los culpables de estos desmanes tienen que pagar por ello y hacer frente a responsabilidades de gestión y políticas.

Ahora las entidades están estabilizadas, pero la pérdida de ese corazón tendrá consecuencias negativas incalculables sobre la economía valenciana, que dependerá de entidades financieras de otras regiones. Nuestros empresarios ya están sufriendo la mayor dificultad para obtener créditos de una entidad que ya no es valenciana y sufriremos que los nuevos mandarines de las entidades facilitarán el desarrollo de grandes proyectos empresariales fuera de nuestra comunidad.

Los socialistas valencianos hemos presentado enmiendas a la ley valenciana de cajas de ahorro para impedir en el futuro los desmanes, mientras que el PP no los limita y quiere permitir que los consejeros estén más de los 12 años que ahora tienen como límite y eliminar al defensor del cliente ¿por qué?

Francisco Toledo es portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes Valencianas.

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