El PSPV se plantea echar a Amorós del grupo de la Diputación
El Grupo Socialista en la Diputación de Alicante celebra esta tarde una reunión para estudiar acciones contra el que hasta hace semanas era su portavoz, Antonio Amorós, imputado en el caso Brugal, por convocar el viernes una rueda de prensa sin la autorización de la dirección. Entre las medidas por la "actitud rebelde" del diputado provincial y edil de Elche, sus compañeros barajan la posibilidad de expulsarlo del grupo.
Antonio Amorós convocó a los medios de comunicación a una rueda de prensa en la sede del Grupo Socialista de la Diputación de Alicante para desvincularse de la supuesta trama corrupta relacionada con la adjudicación de la planta de basuras del plan zonal de La Vega Baja. Esta pieza es uno de los dos pilares del denominado caso Brugal. La investigación atribuye a Amorós presuntos hechos delictivos.
Amorós realizó la convocatoria de rueda de prensa con el apoyo del personal de prensa de la Subdelegación del Gobierno en Alicante y sin la autorización de la dirección del Grupo Socialista en la Diputación. Amorós también hizo caso omiso a los mensajes que recibió desde la dirección nacional del PSPV para que desistiera de su actitud y antes de comparecer ante los medios de comunicación ofreciera sus explicaciones al grupo en la reunión prevista para esta tarde.
Decisión "precipitada"
En la rueda de prensa, Amorós reiteró que no está imputado en el sumario del
caso Brugal, pese a que él mismo ha solicitado personarse en esa condición y el juez la ha aceptado. El diputado también aprovechó el acto para calificar de "precipitada" la decisión del secretario general del PSPV, Jorge Alarte, de pedir su suspensión temporal en el partido al trascender su implicación en esa supuesta trama corrupta.
Fuentes socialistas aseguran que el malestar que ha generado la iniciativa de Amorós no radica tanto "en los comentarios hacia Alarte, sino en su actitud de actuar por libre y al margen de los criterios de la dirección del Grupo Socialista".
Las fuentes socialistas antes mencionadas califican la actitud de Amorós "como una inexplicable huida hacia adelante". Y sostienen que la decisión del PSPV de pedir su baja en el partido por su supuesta implicación en caso Brugal se basa en "algo más que meras sospechas como quiere hacer ver él".
