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Populares y socialistas se descalifican mutuamente por la guerra del agua

Populares y socialistas incrementaron ayer el grosor de las descalificaciones recíprocas a cuenta de la guerra del agua, que ha emponzoñado las relaciones entre ambos partidos.

El portavoz del Consell, Vicente Rambla, acusó a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de mentir a los valencianos al negar la evidencia del trasvase a Barcelona. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que con ayuda del Consell impulsa una plataforma de alcaldes valencianos y murcianos para protestar por la decisión del Gobierno, tachó la decisión del Consejo de Ministros de propia "de auténticos dictadores" y de "gobernantes bananeros al no ajustarse a la ley". Barberá tachó de "irresponsable, provocador y manipulador" que se diga que la guerra del agua la está abriendo el PP.

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El ex ministro socialista Jordi Sevilla acusó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y a su homólogo murciano, Ramón Luis Valcárcel, de estar convirtiéndose en unos "alborotadores institucionales porque no es verdad lo que dicen y ellos saben que no es verdad". "Este Gobierno garantiza la igualdad de trato de todos los ciudadanos y estoy encantado con que recurran al Tribunal Constitucional, al Tribunal de Luxemburgo o al Tribunal de La Haya, porque reafirmará la política de agua del Gobierno y desmontará las mentiras que en torno a este asunto viene repitiendo el PP", indicó Sevilla.

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, replicó de inmediato que "agitadores no son los que denuncian una injusticia públicamente y se movilizan contra ella, sino los que la cometen". Fabra acusó al subdelegado del Gobierno en Castellón, Antoni Lorenzo, de "trilero" y de usar palabras "esquizoides".

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El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, acusó al Consell y al PP de estar "enterrando y desenterrando el trasvase del Ebro según les conviene".

La diputada socialista Juana Serna acusó a Camps de no haber invertido "ni un euro" en obras para hacer frente a los problemas de abastecimiento de agua en cuatro años.

Glòria Marcos, de Esquerra Unida, acusó al PP de irresponsable por utilizar partidistamente las instituciones.

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