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Profesores y padres advierten a Camps de que las protestas no pararán

3.000 manifestantes critican la ausencia de criterios para impartir Ciudadanía

"La falta de profesores de inglés" para aplicar la orden valenciana que obliga a dar Educación para la Ciudadanía en esa lengua y la "parálisis" en que se ha sumido la Consejería de Educación -desde que el miércoles anunció el cuarto cambio en las "instrucciones" para impartir su particular Citizenship- contribuyeron ayer a que más de 2.000 profesores y directores de la provincia de Valencia, otros 500 de Alicante y un centenar de Castellón se volvieran a manifestar para pedir la "dimisión" del consejero Alejandro Font de Mora. Más de 3.000 profesores y padres advirtieron a la Generalitat de que las protestas "no pararán".

"Estamos hartos de que los hijos sean conejillos de Indias", protesta una madre

"No sabemos nada. No hay ninguna novedad de la consejería. Esto es una tensa espera", se limitó a decir Vicent Baguetto, el vicepresidente de la Asociación Profesional de Directores de Secundaria, acompañado por la presidencia de la Asociación Profesional de Directores de Primaria, que el próximo curso tendrá que implantar esta asignatura de nuevo cuño introducida por la Ley Orgánica de Educación, y que el PP objeta.

"Con su empeño, el Gobierno valenciano y el PP han convertido el conflicto político en un conflicto educativo: lo cual es intolerable, porque han tocado la fibra sensible del orden educativo", sostuvo el catedrático de la Universidad de Valencia José Gimeno Sacristán, que asistió a la manifestación convocada en Valencia ante el Palau de la Generalitat. Gimeno calificó la postura del Gobierno de Francisco Camps de "torpeza política". Un argumento que fue secundado por varios profesores y catedráticos de Universidad presentes en el acto, que comenzó con una sonora pitada, acompañada de una cacerolada de la federación de padres, y terminó con un vuelta completa al Palau para entregar en mano el Manifiesto sobre los retos de la enseñanza pública por parte de Gemma Piqué, presidenta de la FAPA.

En Alicante, más de 500 personas secundaron la protesta ante la sede del Consell en un ambiente festivo, con pancartas a favor de "la educación pública de calidad" y otras donde se pedía la "dimisión de Font de Mora". Entre los concentrados había una nutrida representación de padres, principalmente de la ciudad de Alicante y alrededores. "Estamos hartos de que nuestros hijos sean conejillos de Indias de este gran laboratorio que es la educación en la Comunidad Valenciana", criticó Adoración Martínez, presidenta de la FAPA Enric Valor. "Nos utilizan como arma arrojadiza", lamentó Maite Guilabert, madre de dos estudiantes de 11 y 14 años de Elche. Gonzalo, otro padre del IES Mare Nostrum, mostró su desacuerdo con la forma en la que se ha orquestado la asignatura. "Se va a conseguir que sólo tengan desprecio y aversión", apostilló.

Tanit, una joven de 12 años del IES Jorge Juan de Alicante, criticó que "han hecho un lío de la asignatura", ya que en cada clase se imparte de una forma. En la suya, dividen la clase en dos y una semana se da la materia en castellano y otra en inglés.

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En Castellón, un centenar de manifestantes se sumaron a la improvisada protesta para unirse a los actos de Valencia y Alicante, informa María Fabra. Armados de pitos y cacerolas, tuvieron que "enfrentarse" a todo tipo de vehículos ya que la Policía Local no cortó el tráfico por donde circulaban, comentó Rosa Jiménez, de la Confederación Gonzalo Anaya, que llamó a los padres para la manifestación del próximo día 27.

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