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Pulso de poder por el mando del TSJ

Ocho candidatos aspiran a presidir el tribunal bajo la presión política

Cualquier cosa puede pasar. Casi todo es posible. Hay conjeturas más probables que otras. Y una situación parece imposible de cumplirse: que sólo el mérito y la capacidad den la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Ocho candidatos aspiran a gestionar la más alta institución judicial valenciana. Las entrevistas serán, si el calendario no se altera, la próxima semana, la del 17 de mayo. La trayectoria académica y laboral de todos ellos, así como sus proyectos, ya están en manos de la comisión de calificación, que será la que les entreviste (abierta a los periodistas a través de un circuito cerrado). Esta comisión elevará al pleno los nombres sobre los que tendrá que discutir para elegir. Detrás de eso, una auténtica guerra política, no sólo entre progresistas y conservadores, sino en el seno de cada uno de esos grupos, que no son homogéneos.

El Consejo no descarta que la convocatoria vuelva a quedar desierta
La elección depende, sobre todo, de las plazas para Cataluña y el Supremo
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La presidencia del TSJ valenciano se dirime entre cuatro candidatos

Los conservadores presentan tres candidatos: Edilberto Narbón, presidente de la sala de Contencioso-Administrativo del TSJ; Pedro Castellano, ex presidente de la Audiencia de Valencia; y Vicente Magro, ex senador del PP, presidente de la Audiencia de Alicante. Oficialmente, la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) respalda a Pedro Castellano. Sacó 10 votos de los 13 necesarios en la anterior convocatoria que quedó desierta. No tiene el amparo de Juan Luis de la Rúa, presidente en prórroga desde hace casi un año del TSJ que esta vez ha renunciado a presentarse y que prefiere que los votos conservadores apoyen a Edilberto Narbón antes que a Castellano, cuyo apoyo asociativo en Valencia estuvo siempre claro pero no así en Madrid, a pesar de lo que los conservadores dicen. Ahora, en la pugna ha entrado Vicente Magro. Es el más mediático de los candidatos. Y siente que el poder judicial tiene con él una deuda: estuvo a punto de ser vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), así se lo dijeron. Pero la plaza fue para otro, para quien ahora ocupa el cargo: el ex consejero de Justicia Fernando de Rosa.

Jueces por la Democracia presenta a Francisco Pérez, presidente de la sala de Lo Social del TSJ; y a Mercedes Boronat, miembro de esa misma sala. Ella fue la que más apoyos logró en la anterior convocatoria: 11 de los 13 necesarios. Entonces, el acuerdo no fue posible.

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Los magistrados José María Tomás i Tío y Purificación Martorell, junto con el juez Francisco de Jorge, que ahora ejerce como letrado del CGPJ, se presentan como independientes. Los tres acudieron a la anterior convocatoria.

Los hay que creen que sus méritos "políticos" para obtener el puesto están de sobra acreditados. Los hay que han expresado su confianza en que la elección se limite a evaluar méritos y capacidades para un puesto que debe favorecer la modernización de la Justicia en la Comunidad Valenciana, el acercamiento a los ciudadanos, la relación fluida con la Administración, la incorporación de prácticas democráticas y de transparencia. Y los hay que no han querido siquiera explicar cuál es su programa y proyecto. Fuentes del CGPJ aseguran que no es ni siquiera descartable que la convocatoria quede desierta. Muestran su deseo de que no ocurra, pero no se comprometen a ser capaces de encontrar candidato en esta segunda oportunidad, que se celebra cuando De la Rúa está ya casi un año como interino en el cargo.

¿Dónde está el conflicto? En el cambio de cromos. Además de la Comunidad Valenciana, pieza clave para los conservadores, entre otras cosas por lo que pueda caer del caso Gürtel, que implica a Camps, se elige presidencia en Cataluña (donde la batalla está entre la actual presidenta, María Eugenia Alegret, conservadora, mujer de consenso, con buenas relaciones con la Generalitat catalana, y Miguel Ángel Gimeno, ex portavoz nacional de Jueces por la Democracia, directamente relacionado con Margarita Robles, vocal del consejo y cabeza visible de una de las facciones de los progresistas) y en Andalucía (donde parece que saldrá Lorenzo del Río, presidente de la Audiencia de Cádiz, de la asociación Francisco de Vitoria), aceptado por unos y por otros. Además, hay que elegir a alguien para una plaza en la Sección Segunda del Tribunal Supremo. Las preferencias y los intereses por cada una de ellas determinará quién será presidente del TSJ. Y eso es lo único que parece estar claro.

Nombres en la lucha por el puesto

- No repiten: Juan Luis de la Rúa, presidente en prórroga del TSJ, uno de los autores del archivo la causa de Camps, se ha retirado tras casi 11 años en el cargo. Tampoco el magistrado del TSJ Luis Manglano, de Jueces por la Democracia, ha presentado su candidatura. Francisco Javier Lluch es otro de los que no ha insistido en la carrera por la presidencia.

- José María Tomás i Tío: presidente de la sección segunda de Valencia, independiente, logró poco respaldo en la anterior convocatoria pero persiste por "compromiso" con un proyecto de transparencia, democracia y capacidad.

- Mercedes Boronat: Es una de las aspirantes mejor posicionadas. Logró 11 votos en la anterior convocatoria. Defiende una presidencia sin connotaciones políticas, alejada de partidismos, independiente y moderna.

- Vicente Magro: Aparece como el gran rival de Pedro Castellano (que hasta ahora era la apuesta de los conservadores) y con una deuda pendiente por la vicepresidencia que perdió.

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