Rebelión en la Politécnica

Todo el mundo esperaba oír ayer una crítica al Gobierno en la apertura de curso de la Universidad Politécnica de Valencia. El Ministerio de Educación la ha dejado fuera del grupo de los 15 Campus de Excelencia Internacional españoles. Aún más: la ha invitado a integrarse en el proyecto de la Universitat de València. Asunto doblemente embarazoso porque en verano la Universitat le propuso ir juntas a la convocatoria, y la Politécnica dijo no. Todo el mundo esperaba alguna referencia pero pocos imaginaban la tunda del rector, Juan Juliá, al Ejecutivo, que contrastó con la falta de exigencia ante el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que se sentaba a su lado.

El rector no aclaró si se unirá al proyecto de la Universitat de València, que se ha declarado dispuesta a la integración. "Tendremos que evaluar muy detenidamente a dónde nos lleva esta iniciativa del Ministerio de Educación. Valorar si es un camino de rigor y de excelencia académica el que nos propone, como nosotros deseamos, o, como parece por el momento, un simple reparto de influencia política territorial, en cuyo caso no nos interesa. Ahí a los valencianos siempre nos va mal, muy mal", dijo Juliá.

"¿Qué hemos hecho los valencianos para merecer esto?", pregunta Juan Juliá

La apelación a los valencianos reapareció al final del discurso, en un ámbito bastante más alejado de lo universitario: "El análisis objetivo del nuevo modelo de financiación autonómica revela una realidad inadmisible para los valencianos". "Es difícil entender cómo una comunidad cuyos ciudadanos son contribuyentes con esfuerzo fiscal per cápita superior a la media española y una renta per cápita inferior a la media española continúe muy por debajo de la media de financiación española, exactamente en el decimosexto lugar en el concierto de 17 comunidades autónomas. Me pregunto con incredulidad, ¿qué habremos hecho, o qué no habremos hecho los valencianos para merecer esto?"

Juliá lamentó, como el resto del mundo académico, el recorte de presupuesto para Ciencia e Innovación en los presupuestos del Gobierno para 2010. Aplaudió los pasos dados por PSOE y PP hacia un pacto educativo "en el que la universidad debe estar presente". Agradeció el compromiso de Camps de que el nuevo modelo de financiación universitaria para cinco años y desde el 1 de enero de 2010.

E intentó sobre todo, después de lo que parece haber tomado como una afrenta, subir la moral de su universidad: "Un verdadero campus de excelencia internacional", "la tecnológica española con mayor reconocimiento internacional", "la única politécnica en el ranking de Shanghai", "líder del sistema universitario español en la I+D+i contratada y en la producción de patentes".