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Red Eléctrica dice que Valencia está al límite y prevé 9 centrales más

Bellver exige que se soterren todas las subestaciones pese al mayor coste y retraso

Sara Velert

La empresa Red Eléctrica Española (REE) advirtió de nuevo ayer que la ciudad de Valencia está "al límite de su capacidad" y necesita nuevas instalaciones para cubrir con garantía el crecimiento anual del consumo (del orden del 5%) y los desarrollos urbanísticos en marcha o previstos. La delegada de REE en la Comunidad Valenciana, Maite Vela, explicó que el plan de desarrollo de la red hasta 2016 prevé nueve instalaciones más -siete serán totalmente nuevas y en dos casos se harán obras para añadir líneas de 220 kilovoltios a las dotaciones actuales-.

Vela insistió en que las cuatro centrales a las que llega la electricidad en alta tensión a Valencia no son suficientes. Una de ellas está en Torrent, la de Fuente de San Luis también necesita nuevas líneas, y otra, la de Patraix, está clausurada por orden del Ayuntamiento de Valencia desde que sufrió una explosión en mayo de 2007. La previsión de crecimiento de la red, que es competencia del Ministerio de Industria, incluye ahora la planta que sustituirá a la de Patraix, pero la decisión no ha zanjado la polémica en torno a la planificación eléctrica.

Los vecinos de la central sustituta de Patraix quieren que sea subterránea

La chispa del enfrentamiento ha saltado de nuevo al presentar REE un proyecto de subestación en superficie, y no soterrada, como pretende el Ayuntamiento. La empresa argumenta que la instalación que reemplazará a la de Patraix "quedará parapetada por el cementerio, la V-30 y las vías del tren y metro". Vela sostuvo que es "fundamental" que la central de Nuevo Cauce se ponga en marcha "cuanto antes" por el cierre de la de Patraix. Enterrarla alargaría las obras dos años -la tramitación y construcción de una subestación dura cuatro o cinco años-.

El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, no aceptó el argumento y esgrimió contra la propuesta de REE el acuerdo plenario por el el que el Ayuntamiento exige que todas las subestaciones sean subterráneas, y el apoyo de la federación de asociaciones vecinales de Valencia. Bellver acusó al Gobierno y a REE de estar "perdiendo el tiempo" con "el único objetivo de no invertir en Valencia". El concejal olvidó que el dinero para construir las instalaciones de transporte eléctrico en España sale del recibo de la luz, por lo que el coste de la nueva planta -como de la de Patraix y todas las demás- recaerá en los ciudadanos.

Vela no quiso entrar en detalles de costes y se limitó a señalar que la empresa invertirá de aquí a 2016 cerca de 850 millones de euros anuales en toda España.

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Para Vela, el proyecto de Nuevo Cauce "no vulnera el espíritu del acuerdo plenario" y se está haciendo el esfuerzo de "buscar soluciones específicas" para soterrar la mayoría de subestaciones -bajo rotondas, por ejemplo-. REE reiteró que en ciudades como Madrid y Barcelona hay subestaciones pegadas a las viviendas. Sin embargo, la explosión en la planta de Patraix sigue pesando entre los vecinos del barrio. Y también en otros. La presidenta de la federación vecinal, María José Broseta, reiteró el apoyo a la asociación de San Isidro, que rechaza que la planta de Nuevo Cauce sea en superficie aunque esté a 400 metros de las viviendas. La Generalitat concede desde 2007 los permisos, pero la ley no prohíbe las subestaciones en superficie.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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