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Renovables, pero no tanto

El auge del ladrillo, la meteorología y decisiones políticas sitúan al territorio a mitad de tabla en energías limpias

Ignacio Zafra

Por mucho que el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, afirme lo contrario (ayer, en la apertura de la Feria Egética-Expoenergética, declaró que el trabajo de la Generalitat en la "implantación de renovables sitúa a la Comunidad como un referente a nivel nacional en el sector"), lo cierto es que el territorio ocupa un lugar más bien discreto en la generación de energías limpias. Los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y la Comisión Nacional de la Energía (CNE) lo colocan en séptimo lugar de la clasificación de potencia instalada en las renovables significativas: eólica, hidráulica, solar y biomasa.

Es decir, sólo un puesto por encima de la posición que ocupa por superficie. La extensión es un factor importante en la capacidad de producción. Pero no es decisivo. La prueba es que Navarra, con menos de la mitad de superficie que la valenciana, tiene este año un 30% más de potencia instalada. Y que la de Galicia, sólo un poco más grande que la Comunidad Valenciana, es un 275% mayor.

"El Plan Eólico de la Generalitat fue harto discutible", afirma el jefe de la patronal

Dejando de lado la meteorología (es obvio que en el norte de España hay menos potencial de energía solar que en el resto; mientras que con la hidráulica ocurre lo contrario), el presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María González Vélez, señala tres factores: la planificación política, la competencia por el terreno disponible, y la capacidad de evacuación (el volcado a la red de los kilovatios que produce una instalación). La Comunidad Valenciana no tiene mucho a favor en ninguno de ellos.

"El Gobierno valenciano ha tenido voluntad política en desarrollar la fotovoltaica. Pero en su día hizo un plan de energía eólica harto discutible. Se excluyeron las zonas de costa y las más o menos cercanas por motivos paisajísticos, como si en estos años no se hubieran construido edificios más que dudosos desde ese punto de vista. Se descartaron emplazamientos idóneos y en muchas de las zonas donde sí que se autorizaron los molinos, los vientos son pobres", asegura González Vélez.

El presidente de la patronal lamenta que el Consell no se aviniera a dialogar con el sector antes de aprobar el plan. "Podríamos haber expuesto que producir un tanto por ciento de energías limpias puede ser un argumento para atraer turismo. El molino se ve y el C02 no, pero eso es una visión cortoplacista".

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La alta competencia por el espacio tiene mucho que ver con la realidad agrícola y con el boom del ladrillo. "En Valencia el terreno es muy escaso porque las renovables compiten con zonas de cultivo y con la construcción. El razonamiento es: si en una parcela puedo hacer chalés no la voy a dedicar a una planta fotovoltaica, aunque esto ahora se podría ver de otra manera".

Los problemas de evacuación están relacionados con el estado de la red, lo relativamente lejos de los núcleos de población que se han levantado las instalaciones, y las objeciones ciudadanas y políticas (sobre todo municipal) que encuentran la construcción de nuevas líneas.

La potencia instalada de las principales renovables en suelo valenciano alcanza los 981 megavatios (una cantidad que se acerca a la de la central nuclear de Cofrentes, que es de 1.110 megavatios). De ellos, 694 provienen de la energía eólica; 244 de la solar; 31 de la hidráulica, y 12 de la biomasa.

Una edición tranquila

La Feria Egética-Expoenergética inaugurada ayer sigue el patrón utilizado por Feria Valencia para concentrar en unos mismos días certámenes diferentes con el fin de capear mejor el impacto de la crisis. A las dos aliadas de esta edición, la Feria Internacional de la Eficiencia Energética y Nuevas Soluciones Tecnológicas (Egética) y la Semana Internacional de Energías Renovables y Convencionales (Expoenergética), se une la Feria Internacional del Agua, Suelo, Aire, Residuos, sus Tecnologías y Servicios (Ecofira), que se celebra en paralelo.

Y a partir del año que viene se sumará un certamen específico sobre el agua, según anunció ayer Juan Cotino, vicepresidente tercero del Consell y consejero de Medio Ambiente.

Egética-Expoenergética se celebra en esta ocasión en un ambiente mucho más pacífico que el que se respiraba el año pasado en la Feria Europea de Energía Solar Fotovoltaica, cuando el sector estaba en pie de guerra contra el Gobierno por su intención de recortar las primas. Y más tranquilo también de lo que podría haberlo sido de no haber garantizado el Ministerio de Industria, hace sólo un par de semanas, los cupos y las primas que recibirán los productores de energía eólica y termosolar hasta el año 2012.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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