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Reportaje:

La Restauración se hace mayor

Los estudios de Conservación se transforman este curso en un nuevo título de grado, independiente de la carrera de Bellas Artes

El patrimonio cultural es parte esencial de la identidad de los pueblos. La idea ha calado en el nuevo sistema universitario español de titulaciones y a partir de este mes se impartirá el nuevo grado de Conservación y Restauración de Bienes Culturales como carrera autónoma de Bellas Artes, titulación de la que dependía hasta ahora antes de la reforma de Bolonia y con la que compartirá, eso sí, los dos primeros cursos. La Universidad Politécnica de Valencia ha sido la primera universidad española a la que se le ha autorizado este grado.

"Estamos muy contentos porque tras la preinscripción, hay una veintena de personas en lista de espera y hemos cubierto las 150 plazas ofertadas", explica, Pilar Roig, catedrática de Restauración de la Facultad de Bellas Artes en esta universidad, y directora del departamento responsable del nuevo título, quien considera que el reconocimiento del grado en la Politécnica de Valencia, viene avalado por una dilatada trayectoria.

Pilar Roig: "Hemos cubierto las 150 plazas ofertadas"
Los alumnos califican de "privilegio" el nuevo título

"Desde 1990 contamos con el único departamento universitario de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de España, además de ofertar un doctorado con Mención de Calidad concedida por el Ministerio de Educación desde hace seis años y un máster oficial en la materia", recuerda Roig.

De acuerdo con esta profesora que pertenece a la tercera generación de artistas -su abuelo era el gran tallista valenciano Luis Roig de la Concepción, y su padre Luis Roig D'Alós, fue el primer catedrático de restauración de Valencia-, el nuevo grado define de forma más transparente el perfil profesional: "Hasta ahora estábamos un poco indefensos. Si una empresa miraba el expediente del alumno podía comprobar a través de las asignaturas que se había especializado en conservación, pero realmente no se especificaba en el título". Además, el nuevo grado facilitará la movilidad académica y laboral en Europa.

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María Pérez, que acaba de licenciarse en Bellas Artes en la Politécnica, valora positivamente la implantación del nuevo grado. Durante su estancia de Erasmus en Atenas comprobó que Bellas Artes y Restauración eran carreras diferentes y al elegir desde el principio, las prácticas están más orientadas al mercado laboral. "Nada más llegar me encargaron la restauración de un mural del siglo XVIII en una iglesia bizantina. Al principio me asustaba, porque nunca había acometido algo similar aquí, pero a nivel académico y científico estamos mejor preparados en Valencia", explica.

Su compañera, Miriam Fernández, considera fundamental que los primeros cursos coincidan con los de Bellas Artes, porque "para intervenir una obra y restaurar su identidad se requieren unas buenas bases artísticas". Fernández califica de privilegio el nuevo título aunque lamenta que las carreras se reduzcan a cuatro años.

Estudiantes en el taller de Restauración de la Universidad Politécnica de València.
Estudiantes en el taller de Restauración de la Universidad Politécnica de València.TANIA CASTRO

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