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Reportaje:

Ribera Salud se consolida

La empresa impulsora del 'modelo Alzira' refuerza su posición en la gestión de la sanidad pública y busca nuevos horizontes

En 12 años de vida, Ribera Salud (integrada por Bancaixa y la CAM al 50%) se ha convertido en una pieza clave en el sistema sanitario valenciano. Y es probable que en los próximos años aún lo sea más si la Generalitat da una nueva vuelta de tuerca en la cesión de parcelas de la sanidad pública al sector privado. Por ejemplo, en la gestión de hospitales de larga estancia.

La empresa sobre la que se ha levantado el modelo Alzira se ha consolidado. No solo porque por las manos de Ribera Salud pasa un 20% de la población. También porque gracias a la gestión de los pedazos de la tarta sanitaria que la Administración ha desgajado de la red pública y ha cedido al sector privado, esta firma se ha convertido en un agente sanitario de primera magnitud que ya piensa en la internacionalización y que cuenta con suficiente experiencia como para lanzarse a nuevas aventuras en solitario. Nada de ello hubiera sido posible si el PP no hubiera decidido en 1999 entregar departamentos sanitarios al sector privado. En estos momentos, 12 años después, la salud de un millón de valencianos depende de los servicios que Ribera Salud ofrece -junto a diferentes aseguradoras sanitarias- a través de la gestión privada de hospitales y centros de salud públicos en Alzira, Torrevieja, Dénia, Manises y Elche.

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En mayo del año pasado, Ribera Salud inauguró su quinto hospital en la Comunidad Valenciana. Pero ya no hay construcción de nuevos centros a la vista (están en marcha las obras del futuro hospital de Torrejón de Ardoz, en Madrid, la primera exportación del modelo fuera de tierras valencianas). Tampoco nuevas licitaciones en el horizonte valenciano. El nuevo hospital La Fe ha consumido buena parte del presupuesto destinado a nuevos hospitales y la Consejería de Sanidad considera cubierto el mapa hospitalario.

Pero finalizada esta etapa de consolidación, Ribera Salud ha entrado en una fase de diversificación y crecimiento del negocio. Por un lado, con su expanción a Madrid. No solo gracias al hospital de Torrejón, sino también con el laboratorio clínico central del hospital Infanta Sofía de Madrid, que da cobertura a cinco hospitales públicos, o al presentarse a la licitación del futuro hospital de Collado Villalba, también de gestión privada.

En este caso, en contra de lo que ha sido la estrategia tradicinal de la compañía, Ribera Salud considera que cuenta con suficiente experiencia en el sector sanitario para acudir -por vez primera sin aseguradoras sanitarias- junto a Dragados y Bovis Lend Lease, una firma de gestión de proyectos.

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En la Comunidad Valenciana, tras participar (con un 14%) en la empresa adjudicataria de los diagnósticos con resonancia magnética de la red pública en 2008, los nuevos pasos de Ribera Salud se orientan hacia la logística sanitaria. La firma ha constituído B2B Salud, una central de compras que pretende, en principio, dar servicio a sus hospitales para, en un futuro, abrirse al resto.

Todo ello sin olvidar el que puede ser un nuevo paso en la política de cesión de parcelas sanitarias públicas al sector privado: la atención a crónicos o de larga estancia. Sanidad ya ha apuntado en alguna ocasión la posibilidad de ceder la gestión de alguno de estos hospitales. Sería un nuevo empujón a la privatización de la atención sanitaria y, una vez más, el mejor situado es Ribera Salud.

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