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Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Rosseau: también compositor

Entre los músicos se sabe, aunque no tanto entre quienes no lo son: Jean-Jacques Rousseau no sólo fue un importante filósofo. No sólo tuvo una notable contribución en el flujo histórico que desembocó en la Revolución Francesa. No sólo es un eslabón valioso en la línea de pensamiento que relaciona al hombre con la Naturaleza. No sólo se encargó de las entradas relativas a música de la Enciclopedia, ni se limitó a tomar parte en polémicas referidas a la estética musical. Además de todo eso, fue compositor. Le Devin du village es su obra más conocida. Hay otras, sin embargo, mucho menos difundidas, como Les consolations des misères de ma vie, una colección que recoge canciones compuestas a lo largo de su vida. La recopilación original tiene un centenar de arias y dúos. Rodrigo Madrid realizó la selección y revisión de los originales, que se plasmaron ya en disco y partitura, y que se han llevado ahora al Palau de la Música.

CAPELLA SAETABIS

Director: Rodrigo Madrid. Les consolations des misères de ma vie, de Jean-Jacques Rousseau. Palau de la Música. Valencia, 23 de marzo de 2010.

La música de Rousseau es militantemente sencilla, incluso con exceso. También es militantemente encantadora, con abundantes ecos de la simplicidad -más ideológica que real- del folclore, así como del melodismo italiano, del que el filósofo de Ginebra fue ferviente defensor. Su influencia en la historia de la música quizá se derive más del peso como pensador que de las composiciones en sí mismas. Es indudable, sin embargo, el aliciente de escuchar, en vivo y en directo, la obra de un nombre mítico del siglo XVIII. Las estructuras formales que utiliza huyen con vehemencia de cualquier tipo de complejidad, y se repiten en la concepción de sus líneas maestras. De ahí que la selección utilizada pudiera resultar un punto larga, sin negar la gracia y el interés que ofrecen, por separado, cada una de sus páginas.

En la instrumentación presentada se dio gran relevancia a la guitarra (muy bien ejecutada por Rubén Parejo) y a la batería de flautas, con Lobke Sprekeling, que estuvo impecable, a su cargo. Las dos sopranos (Carmen Botella y Minerva Moliner) anduvieron sobradas en sus intervenciones. En la breve introducción al concierto, Rodrigo Madrid tuvo palabras de agradecimiento para Romà de la Calle, por su participación decisiva en la adquisición de la partitura sobre la que han podido trabajar los músicos.

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